miércoles, 9 de julio de 2014

Viage de España, 1788 - Teruel





ANTONIO PONZ

VIAGE DE ESPAÑA

TOMO XIII

ARAGON

CUARTA CARTA



22  Teruel es Ciudad situada en una loma en la orilla oriental del río Turia, inmediato al paraje donde se incorporan este, y el río Alfambra, que van unidos a desaguar en el Mediterráneo en la playa de Valencia, después de haber regado aquella riquísima , y dilatada vega.

23  Nace Turia, como en otra ocasión creo haberle dicho a V. en la Serranía de Cuenca. Pasa por Albarracín, seis leguas antes de llegar aquí: es abundante de truchas, anguilas, y barbos, &c. Riega antes, y después de Teruel una vega hermosa, y bien cultivada, que aunque estrecha, se reputa su largo de tres leguas, la mayor parte del término de esta Ciudad. Tiene Teruel buenos paseos, y alamedas por la parte del río. Son muy exquisitas las frutas de sus huertas, y los demás comestibles. Su situación es en el camino real desde Valencia á Zaragoza, y a igual distancia de una, y otra Capital, que le facilitan los géneros de todas suertes, que hay en ambos Reynos.

24  Empecemos por las cosas notables que yo he observado dentro de Teruel, y sea lo primero la Catedral. Cuando esta ciudad no era Silla Episcopal; esto es antes del Señor Felipe II, hubiera sido suficiente esta Iglesia para cabeza de la población; pero ahora no me parece tal, ni por su arquitectura, ni por su buque. Es bastante tenebrosa; y lo que sobre todo lo afea son unos monstruosos plastones de estuco en sus paredes, arcos, bóvedas, linterna &c. no quedándose atrás en esto los retablos modernos que hay en ella.

25  No son así los antiguos, señaladamente el mayor, el cual, no obstante la inundación del pésimo gusto en la arquitectura, siempre ha sido muy alabado, y se ha mantenido firme el cabildo en no consentir que de dorase, ni pintase, por haber entendido que hubiera perdido mucho la obra, como era cierto, y mucho mas cayendo en malas manos. Por tanto se conserva de madera desde el fin del reinado del Señor Felipe II.

26  Es por lo general de aquel estilo medio, o plateresco, del cual tantas veces he hablado por lo respectivo a la parte de la arquitectura; pero la escultura es de estilo más grandioso; y se deja ver, que el Artífice siguió la escuela florentina del tiempo de Miguel Ángel. En los diferentes cuerpos del retablo, y entre las columnas menudamente adornadas hay en doce tableros asuntos de la Vida, y pasión de Cristo con figuras casi del todo relevadas. En el paraje principal se representa también de escultura la Asunción de nuestra Señora.

27  Hay además de esto treinta estatuas repartidas en los nichos del retablo sin contar el Crucifijo del remate con nuestra Señora, y San Juan a los lados. Se ha logrado averiguar el Artífice de esta obra, y se ha hallado que fue uno llamado Gabriel Yoli. No hubiera podido sin duda de discípulos, u otros que trabajasen con él, ejecutar tanta obra sin gastar muchos años en ella: por tanto las cosas mejores que yo he observado entre tanto trabajo probablemente las haría él, y lo demás lo ejecutarían otros con sus modelos, o dibujos.

28  No le hubiera dado gusto si se hubiera hecho en su tiempo lo que después se hizo, que fue quitar el tabernáculo para poner en su lugar un mamarracho, que ni dice con lo demás del retablo, ni debía por su extravagancia mantenerse en aquel paraje santo. No es malo que haya quedado de lo antiguo aquel recinto donde está el Copón, y en donde hay bajos relieves muy preciosos relativos al Sacramento.
 
29  La sillería del coro es de muy buena arquitectura de orden dórico con columnas isladas entre los asientos. La mandó hacer para regalar a esta Iglesia el Obispo Don Martin Terrer, después de promovido al Obispado de Tarazona al entrar el siglo decimoséptimo. A mano derecha del crucero se ve un retablo con una pintura de las once mil Vírgenes, y esta firma: 1628 Antonius Bisquert. Este fue profesor de mucho mérito, del cual ni V. ni yo teníamos la menor noticia hasta ahora. Si Palomino la hubiera tenido, a buen seguro que lo hubiera declarado por uno de los buenos Pintores de aquel tiempo, como lo fue, y lo manifiesta este cuadro, y otros de su mano en esta Ciudad.

30  Por dicha razón me ha entrado la curiosidad de indagar quien, y de donde fue este Artífice, y se ha conseguido por los cinco libros de la Parroquia de San Martin. Antonio Bisquert nació en Valencia, y sus padres fueron Gabriel, y Susana Naudes. Vino joven a establecerse en Teruel por los años de 1620, y se casó con Francisca Arcauz, de quien tuvo dos hijos, y tres hijas, habiendo muerto en 1646. En otro retablo hay pintada de su mano una Santa Teresa de Jesús.

31  La capilla más suntuosa de la Catedral es una en el cuerpo de la Iglesia al lado de la Epístola, dedicada a la Epifanía, o Adoración de los Santos Reyes: tiene su portada cuatro columnas, y todo lo demás es ya de la decadencia del arte; pero todavía conserva esta obra, como el retablo, alguna idea de la buena arquitectura. El cuadro de dicho retablo representa la Adoración de los Santos Reyes, y es una buena copia del de Rubens, que adorna el cuarto del Príncipe nuestro Señor en ese Palacio Real, con poca variación en las figuras, y omitidas algunas: la hizo Francisco Ximenez, Pintor de crédito, natural de Tarazona en este Reyno. Esta pintura la pretendió hacer Bisquert, y dicen que no habiéndola logrado, murió de melancolía, y sentimiento.

32  Entre las alhajas que se guardan en la Sacristía de esta Santa Iglesia, hay una Custodia de plata de muy buena forma, un dosecillo, un arca para el monumento, todo ello de bastante buen gusto; y lo regaló el sujeto que expresa el siguiente letrero de la Custodia: Humilium celsitudini Petrus Martinus Rubio, Decanus Turolensis, surdinoe vice Regia Gubernator, sacroe Romanoe Rotae Auditor. D. Era este sujeto natural de la Villa de Rodenas, y llegó después á ser Arzobispo de Palermo.

33  Otra Custodia grande hay en la misma sacristía, que regalo el Señor Obispo Don Francisco Pérez de Prado, a quien hemos conocido, y la mandó hacer en Córdoba, gastando en la plata, y hechuras veinte mil pesos: fue mucha desgracia que se ejecutase en un tiempo, en que parece que se hacía gran caso de la materia, y muy poco de la buena forma, como si las Custodias no fuesen unas piezas de arquitectura, que por los fines para que se hacen debían ser mas gentiles, y arregladas. Por tanto siempre estimarán mas los inteligentes la que regaló el Auditor de Rota Don Pedro Martín Rubio, aunque mucho más pequeña. Entre algunas pinturas de la Sacristía hay dos, que representan la Resurrección, y la Venida del Espíritu Santo, compañeras de otras del mismo estilo en el Trascoro, y expresan la Adoración de los Reyes, y el Nacimiento. Son de estilo alemán, acabadas, y expresivas, y sospecho serian de algún altar antiguo de este Templo.

34  La arquitectura de la portada de la Catedral junto al Palacio del Señor Obispo, con sus dos columnas, y al lado opuesto, que tiene cuatro, es al modo de la que se ha dicho de la Capilla de los santos reyes dentro de la iglesia, y de cuando esta arte iba precipitándose á fines del siglo pasado: por consiguiente no guardan el carácter, y distintivo de ningún orden; pero es mucho mejor que los clásicos disparates hechos después en todas partes.

35  Más arreglada es la del patio del adjunto Palacio Episcopal, cuyo pórtico alrededor tiene doce columnas de orden jónico para sostener los arcos: solo que en la galería alta hay la impropiedad de que siendo doblado el número de columnas, sientan la mitad de ellas perpendiculares a las claves.

36  La parroquia de San Pedro, que es una de las principales de esta Ciudad, tiene algo de lo que V. desea saber; bien que el edificio es de mala arquitectura, con un Apostolado de figuras ridícula de escultura en los postes, que dividen las Capillas. El retablo mayor es del mismo Artífice que hizo el de la Catedral, y el de la Villa de Celda, que tengo referidos. Consta, como aquellos, de cinco cuerpos, y es del mismo género de arquitectura con columnas llenas de muchas labores, y porción de estatuas en los nichos, etc. Los tableros, que expresan asuntos principales de la vida de San Pedro en medios relieves, están colocados en los intercolumnios al modo que en la Catedral; y aquí hay ventaja de conservarse el tabernáculo antiguo de mano de Gabriel Yoli, como todo lo demás.

37  Hay en el libro de Estatutos, y Bulas de la Iglesia de la Catedral la cláusula siguiente, que quiero poner aquí, para que V. vea que nada omito de lo que puedo indagar en orden a buenos Profesores, haciéndoles este corto obsequio después de tantos años de olvido. Dice, pues, lo siguiente: El año de 1536 Mosén Juan Navarro, y los Canónigos hicieron hacer el retablo mayor (habla de la Catedral) de mazonería: hízolo Maestre Gabriel Frances; y año de 1538 murió el Oficial: está enterrado en la puerta del Coro. Costó como está en blanco, y sin dorar, veinte mil escudos. En otros asientos se halla lo siguiente: Aniversario día de San Joseph por Maestre Gabriel Yoli, imaginario de quince sueldos a cargo de la fábrica.

38  De dichas memorias podemos colegir que Yoli era francés de nación: que le pagaron veinte mil escudos, que hacen 375.000 reales, del retablo de la Catedral: remuneración considerable, atendiendo el valor de la moneda en aquellos tiempos: que fue persona de la cual se tuvo particular estimación, haciéndosele señalado lugar para su entierro en el ingreso del coro, y fundado Aniversario a costa de la Fábrica. No sé Yo que haya ejemplos semejantes en nuestra edad, en que se habla tanto, y se escribe de las bellas Artes. Sigamos con la Parroquia de San Pedro.
 
39  En la Capilla de la Concepción hay una pintura muy estimable del ya citado Bisquert, y representa a San Joaquín. También es digno de aprecio el retablillo de los Santos Cosme, y Damián en su capilla, obra de Gabriel Yoli, en cuyas partes se reconoce que puso particular cuidado. Consta de diferentes figuras, y bajos relieves, y en el paraje principal están colocadas las estatuas de dichos Santos.

40  Seria reprehensible salir de esta Parroquia sin hacer memoria de los célebres Amantes de Teruel, cuyos cadáveres, o esqueletos se conservan colocados en un nicho de un ángulo del claustro puestos de pie. La historia de dichos Amantes se cuenta de muchas maneras, que no es para detenernos; pero lo que junto al tal nicho hay escrito es lo siguiente: Aquí yacen los celebrados Amantes de Teruel Don Juan Diego Martínez de Marcilla, y Doña Isabel de Segura. Murieron año de 1217, y en el de 1708 se trasladaron en este panteón.

41  Veamos brevemente lo que hay digno de notarse en algunas otras Iglesias de esta Ciudad. Vi, pues, en la Sacristía de la de San Martín un buen retablito con dos cuerpos de a cuatro columnas corintias, cuyas Imágenes, que representan a San Agustín, Santa Mónica, y San Gerónimo en medio, la Oración del Huerto, y San Bruno en el basamento, y encima el Crucifijo, son de Bisquert, que fue uno de los parroquianos; y también es de su mano una Santa Teresa de Jesús en la Capilla al lado de la Epístola enfrente de la Sacristía.

42  En la capilla entrando en la Iglesia de la Parroquia de Santiago, hay un bello retablito con famosas pinturas: la principal es de Jesucristo difunto reclinado en el seno de su Santa Madre con acompañamiento de las otras Marías, San Juan, &c. Está firmado Antonio Bisquert. Hizo muy bien de poner su firma, sin la cual, y atendiendo a la excelente ejecución de la obra, cualquiera la tendría por de Sebastián del Piombo, quiero decir, por repetición, o primera invención en pequeño del cuadro en grande, que este célebre Artífice pintó, y posee S. M.

43  Los hombres, bien que de grande habilidad, no se desdeñaban, cuando las bellas Artes llegaron en Europa a su mayor altura, después del restablecimiento de las mismas, de copiar unos las obras de otros, como en otras ocasiones me acuerdo haber dicho a V. El Ticiano copiaba sus mismas obras, y sobre copiarlas muchas veces para rectificarse más en su estilo. La pintura de que vamos hablando, quiero decir, este asuntillo pintó la primera vez de su invención Sebastián del Piombo. De la misma, y del mismo tamaño hizo una copia Francisco de Ribalta, que se conserva en el Convento de los Carmelitas Descalzos de Valencia; y otra hay del mismo, aunque de menor tamaño, en la sacristía de la Iglesia del Hospital de Monserrate de esa Corte, hecha por el expresado Ribalta.

44  No es porque dicho profesor, y otros mil no tenían caudal para hacer cosas excelentes de su invención, pues bien lo hicieron ver en tantas como ejecutaron, sino porque cuando encontraban un gran pensamiento, aunque fuese ajeno, y creían que no lo podían ejecutar con igual destreza, se valían de él, al modo que los Poetas más célebres, y otros escritores, variándolo, si así les parecía, o dejándolo en el modo que lo encontraban.

45  Bisquert hizo ver en este retablito, que era rico de caudal propio, como lo manifiestan las otras pinturas repartidas en el de San Vicente Mártir, San Carlos Borromeo, Santa Emerenciana, San Agustín, San Miguel, San Rafael, la Oración del Señor en el Huerto, y los Santos Doctores. Es lástima que le hayan añadido un mal cuadro en el segundo cuerpo. La arquitectura del retablo mayor de esta Parroquia tiene regularidad, y su decoración es de columnas corintias.

46  Siempre lo bueno se estima, y conserva su fama, cuando la barbaridad no llega a exaltarse de modo que da con todo en tierra: así me dijo un Sacerdote de esta Iglesia, que dicho retablito, y uno de la Sacristía con sus puertas, donde están pintados el Nacimiento de Cristo, la Huida á Egipto, y Adoración de los Reyes, eran las cosas mejores que en Teruel había. El tal retablito es de estilo de Alberto Durero.

47  Esta Iglesia de San Martin es de un orden dórico sencillo, y de las que mejor me han parecido aquí; pero también ha tenido sus emplastos, que han pegado a los capiteles de las pilastras, y con que han afeado la Capilla mayor. En dos de sus retablos vi dos razonables copias de originales de Güercino, y de Aníbal Caraci, y son la Caída de San Pablo, y San Sebastián.

48  Es digno de observarse un retablo detrás de la Capilla mayor, aunque de arquitectura menuda; el cual consta de tres cuerpos, y en ellos hay repartidas muchas estatuitas, y medios relieves relativos a la Vida de nuestra Señora, Diligentemente ejecutados. En medio se expresa la traslación de la Santa Casa de Loreto. En el basamento del primer cuerpo hay escrito: Francisco de Rueda me hizo pintar.

49  Volviendo ahora a Bisquert, he oído, que en la sala de recreación de las Religiosas Carmelitas Descalzas de esta Ciudad hay un cuadro de su mano de dos varas de alto, y tres de ancho, que con muchas figuras representa el Consistorio en casa de Pilatos para sentenciar a Jesucristo. Algunos vecinos de Teruel tienen obras de este Profesor; el cual juzgo que estaría en Italia, o que fue uno de los buenos discípulos de Ribalta en Valencia.

50    En la Parroquia de San Miguel es de creer que el antiquísimo retablo de una Capilla enfrente de la puerta sea del tiempo del Rey Don Jaime. El retrato del Rey, que está a un lado, es más moderno: parece que fue de Cofradía de Caballeros, y se lee que el Rey fue el primer Cofrade. Algunas de las figuras tienen la Cruz de Montesa, y en una especie de muceta del Rey se ve el escudo de la Merced.

51  Otro altar se conserva en esta Iglesia  de tanta, o mayor antigüedad, que yo estimo más que otros modernos muy ridículos, y extravagantes que en ella hay. No sé en qué parará uno que se está haciendo, y me pareció lleva algún razonable camino del arte.

52  La Parroquia del Salvador es de los buques grandes de Teruel, y también son grandes los disparates de moda en sus retablos, a excepción del de una Capilla al lado de la Epístola.

53  En la Iglesia de las Monjas de Santa Clara, que es de tres naves con su cúpula, hay pinturas al fresco de Vicente Vidal, Pintor de Valencia, discípulo de Palomino. Representó en las pechinas figuras de Virtudes, y en la cúpula apenas se conoce lo que hizo, porque el salitre, u otros defectos del aparejo lo han consumido: solo se distingue la figura de la Santa titular.

54  Fue Vidal Profesor de razonable mérito, y trabajó los lienzos que sirven en Semana Santa para el monumento de la Catedral. Hay también en una Capilla de esta Iglesia dos cuadros de Don Joseph Vergara, Profesor que vive con mocho crédito de habilidad en Valencia, y representó en ellos a nuestra Señora de los Dolores con acompañamiento de Ángeles, y a Santa Clara, que tiene el viril en la mano.

55  El Convento de los Trinitarios Calzado es antiquísimo, y creo que del tiempo de los Santos Fundadores. Estos se ven representados en un cuadro del retablo mayor, que me pareció de Gerónimo Espinosa, Pintor Valenciano, discípulo de Ribalta. Algunas otras pinturas de esta Iglesia las atribuyen a Rabiela. En las demás Iglesias Parroquiales, y de Conventos no vi cosa notable en materia de bellas Artes, si no se exceptúa el retablo principal del Convento de Capuchinos, que es de arquitectura arreglada.

56  Hay en Teruel algunas torres de Iglesias de estilo arabesco.  Se encuentran dos Conventos de Monjas, cinco de Frayles, ocho Parroquias, contando la Catedral: los vecinos se regulan en mil y doscientos, gente sumamente aplicada, y en continuo movimiento de una parte a otra de España, trasportando los géneros que se fabrican en la tierra, y en la Comunidad.

57  Comunidades se llaman en Aragón a ciertos cuerpos gubernativos, que solo se conocen en dicho Reyno, y en ningún otro de los de España. De estos cuerpos hay cuatro, y son la Comunidad de Teruel, la de Daroca, la de Albarracín, y la de Calatayud. La de Teruel tiene en esta Ciudad una casa bastante suntuosa para congregarse los Diputados, o Regidores, que llaman de la Comunidad, cuyo número es de siete, u ocho, que se eligen de las familias solariegas, y antiguas del Partido; los cuales de tres en tres años se mudan.

58  Preside a sus juntas en las temporadas que se congregan, el Corregidor, y en ellas se trata del gobierno económico, y político, paz, y buena armonía entre las Villas, y Lugares del Partido, señaladamente de la conservación de los montes, plantíos, pastos, dehesas, ganados, frutos, mojonaciones de términos, y cosas semejantes, con jurisdicción ordinaria, civil, y criminal en los asuntos de su inspección.

59  Es esta una óptima especie de gobierno, como se desempeñe con arreglo a sus leyes, y ordenanzas; pero no sé cómo va en el día. El edificio, pues, es suntuoso, como he dicho, con una portada adornada de cuatro columnas pareadas de orden corintio, y tres balcones encima con frontispicios en sus ventanas; pero de allí arriba tiene idea de fortaleza. Es obra sólida, y hecha a toda costa.

60  De dos cosas espera V. que yo le hable, la una célebre, y alabada desde que se hizo, que son los arcos de Teruel, y la otra muy cacareada entre los milagros de nuestros días, y es el costoso edificio, que fue Colegio de Jesuitas. De este mejor es que V. no quiera saber; porque si tengo de decirle barbaridades de talla con que se afeó la Iglesia, altares, y todo lo demás, donde se trató de ornatos y decoración, seria nunca acabar. Fuera de esto es un edificio grande, situado muy ventajosamente, con una portada de Iglesia compañera de buen gusto de lo que contiene dentro. Solo se ve de bueno el busto de Don Felipe de Castro hizo del generoso fundador el Señor Francisco Pérez de Prado, que conocimos de Inquisidor General.

61  El acueducto presenta cierta idea magnífica, que acuerda los suntuosos edificios, que los Romanos hacían de esta clase. Lo que es el de esta Ciudad, así por su importancia, como por su solidez. El objeto fue anivelar el agua que viene a la Ciudad por el lado Norte, distante una media legua, fundado sobre un profundo barranco con dos órdenes de arcos apoyados en fuertes pilares. Aunque es de corta extensión la fábrica, pues solo tiene seis arcos en el orden superior, y menos en el inferior, es muy alta.

62  Con este motivo voy a hablarle a V. de otro Profesor de mérito, y fue el Arquitecto de esta obra. Era Pierres Vedel. La fueron encargadas a un tiempo dos obras de importancia, y de suma utilidad, cuales fueron estos arcos, y la famosa mina de Daroca: los arcos se empezaron el año de 1552, y se acabaron e 1558, y la mina se empezó en 1555, y se concluyó a principio del 1560. Así lo refiere Don Cristóbal Núñez y Quílez en un tomo en 4º que publicó en Zaragoza año de 1691 intitulado: Antigüedades de la nobilísima Cuidad de Daroca, fol. 3 n. 19. De dicha mina le hablaré a V. en su tiempo.

63  No se puede dudar que se hizo el debido aprecio de este artífice, y con justa razón. Por los años 1560 pasó con su mujer, y familia a la Ciudad de Albarracín para reparar las Iglesias de la Catedral, y al de los Dominicos, y en dicha Ciudad murió en 1570, habiéndole dado sepultura en la misma Catedral en la Capilla que llaman de la Comunidad. Tuvo dos hijos uno religioso de San francisco, que fue Definidor de la Provincia de su Orden en Aragón, y el otro tomó la profesión de Boticario; todo lo cual consta por papeles del Archivo de aquella Curia Eclesiástica.

64  En las dos leguas alrededor de Teruel se encuentran los Pueblos de Valdecebro, las Casas del Puerto, Aldehuela, Castralvo, Villel, Villastar, El Campillo, Caudete, Concud, Tortajada, Villaba Baja, las Cuevas Labradas, y Corbalán. Los pueblos de todo el Obispado, o pilas bautismales son alrededor de noventa.

65  Don Bernardo Gómez Miedes, célebre Escritor, Canónigo de Valencia, Arcediano de Murviedro, y después Obispo de Albarracín, dice en la Historia que escribió del Rey Don Jayme el Conquistador, primero en latín, y después en romance, que Teruel fue siempre Cabeza de los antiguos Edetanos, Montanos de Aragón, que hoy se llaman Serranos: que Pascual Muñoz, Caballero muy principal, cuya casa permanece en los Barones de Escriche, ayudó mucho con dinero, gente, y otros auxilios al Conquistador de esta Ciudad Don Alfonso II, que se la ganó a los Moros después de quince meses de sitio en los años de 1170, y 1171. Dicho Pascual Muñoz fue segundo biznieto de aquel Gil Sánchez Muñoz, que muerto el llamado Papa Luna con el nombre de Benedicto XIII, fue electo sucesor de San Pedro por los que siguieron el partido del Papa Luna; y habiendo renunciado después, murió canónigo de Barcelona. Así se halla en dicho Escritor, lib. 3 de la Historia del Rey Don Jayme, cap. 19.

66  A media legua de Teruel en la ribera del río Alfambra hay aguas termales sulfúreas, que dicen ser provechosas para muchos males. Nace el río Alfambra, que como deje a V. desagua en Guadalaviar, inmediato a esta ciudad, en el término del Lugar de Gúdar, en la sierra al Norte de Teruel, cinco leguas distante de la Ciudad. Caminan unidos estos dos ríos con el nombre de Guadalaviar por los pueblos de Villel, Ademuz, Marquesado de Moya, y por las cercanías de Chelva entra en el Reyno de Valencia, donde aprovechan sus aguas, como V. sabe, produce en aquel Reyno las grandes utilidades, y riquezas que nadie ignora.

67  En los contornos de Teruel, ni en el sitio que la Ciudad ocupa, no se hayan hallado memorias de Romanos, ni ruinas de población de estos: solo en la unión de Alfambra y Guadalaviar se señala en mapas antiguos una población con el nombre de Turbula, y conduce mucho esto para la opinión de algunos Autores empeñados en que subsistía Teruel antes de los Romanos, y que su nombre actual es corrompido del antiguo Turbula. Puede ser así, y no sería imposible que en tal caso fuese dicha población destruida en las guerras de Sagunto, hasta que el citado Rey Don Alonso II, las hizo renacer donde hoy se halle, en cuya colina acaso tendrían los Moros grandes fortificaciones; para lo cual es muy a propósito, estando elevada por todas partes.

68  Quieren algunos, que muy de antiguo se llamó Turia de Taurus, que era el nombre de Guadalaviar: otros Torbel de la figura de un toro, que se encontró al abrir los cimientos para las murallas en tiempo del citado Rey Don Alonso, de donde le vino llamarse Teruel. Efectivamente las armas de la Ciudad son un toro, y una estrella; pero todo esto nos importa menos que el que sus vecinos sean laboriosos, como lo son, aprovechando las aguas para el más ventajoso cultivo de sus tierras, El Señor Felipe II, procuró que Teruel fuese Silla Episcopal, segregando el territorio del Arzobispado de Zaragoza;  y en aquel tiempo se hizo lo mismo con buena porción del Obispado de Segorbe para erigir otro, que es el de Albarracín.


Viage de España. Tomo XIII, Aragón. Carta Cuarta. 
Antonio Ponz. Madrid, 1788.


aun2014



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