martes, 31 de mayo de 2016

Vértice Galiana, Villaspesa (Teruel)


Vértice Galiana. "Cueva de las Ametralladoras", Villaspesa (Teruel).

El conjunto, que presenta un buen estado de conservación, está compuesto por una estructura semicircular con grandes troneras, adaptada y camuflada en la pared rocosa del cerro, construida en cantos reforzados con cemento. Aunque popularmente sea conocida como la “cueva de las ametralladoras”, parece más probable que su función principal fuera la de observatorio, que posiblemente fuera utilizado también como puesto de tiro. En una de las troneras se conserva una doble inscripción con las consignas “NO PASARÁN” y “UHP” (Uníos Hermanos Proletarios). El acceso se realizaba por la parte trasera, a través de un ramal de trinchera que comunica con dos puertas de acceso a un refugio construido aprovechando un abrigo rocoso, reforzado y compartimentado con paredes de cemento y ladrillo. Junto a una de esas puertas se conserva la firma, junto con el dibujo de un barco, de la unidad que realizó la construcción: “40ª División, 87ª Brigada, Compañía Zapadores, 1ª Sección”. En la parte superior del cerro se conservan, desdibujadas y parcialmente colmatadas, líneas de trinchera, que completarían el sistema defensivo de la posición. La importancia estratégica del vértice Galiana, controlaba el curso del Turia, hizo que fuera objetivo durante la ofensiva republicana sobre la ciudad. El día 20 de diciembre de 1937 la posición, defendida por una parte del VI Batallón del Regimiento 18º de Infantería de Gerona, fue tomada por fuerzas de la 219ª Brigada de la 68ª División del XX Cuerpo de Ejército republicano. La unidad, después de esta acción, fue relevada por la 40ª División. Esta unidad, en concreto la 87ª Brigada, junto con un Batallón de la 11ª División de Líster fue la encargada de fortificar y defender la posición durante el resto de la batalla, abandonándola en huida el 23 de febrero de 1938, no pudiendo mantener la presión franquista y sus bombardeos.



Vestigios de la provincia de Teruel
 Gobierno de Aragón, a través del Programa Amarga Memoria.



Escuelas del Arrabal-Archivo Histórico Provincial de Teruel








Escuelas graduadas del Arrabal
Archivo Histórico Provincial


El edificio, conocido como antiguas escuelas del Arrabal de la ciudad de Teruel, se encuentra situado en la ronda Dámaso Torán. Fue construido hacia 1911, por el arquitecto Pablo Monguió. Su estilo, más que al movimiento modernista propiamente dicho, cabría atribuirlo a un historicismo con fuertes influencias mudéjares de tradición local.

El edificio tiene un gran carácter y valor por si, forma además parte de un interesante grupo de obras modernistas de la época construidas en su mayor parte por el arquitecto Pablo Monguió en Teruel.

El uso original de la construcción fue el de escuelas graduadas. El edificio fue adquirido en 1979 por el Patrimonio del Estado rehabilitándose para su destino actual como Archivo Histórico Provincial en 1980. Su marcado interés histórico-artístico aconseja la  conservación de su estructura exterior.

La reforma interior, que duró varios, años transforma sus dos plantas originales  en cinco, la primera y mejor iluminada se destina a las oficinas, sala de investigadores y talleres de microfilmación y fotografía. Las cuatro restantes están ocupadas por depósitos para la documentación: los depósitos (4 por planta) disponen de un sistema de ventilación y renovación de aire forzado y el pavimento es de resina especial cubierta con pintura plástica de color oscuro para evitar la penetración del polvo y la reflexión de la luz. En la planta baja se haya instalada la cámara de fumigación para que los documentos a medida que llegan por el muelle sean desinfectados. El edificio está dotado de un sistema  de seguridad contra incendio y robo.

El 3 de junio de 1987 se inaugura como Archivo Histórico Provincial. El edificio está declarado Bien de Interés Cultural desde el 6 de junio de 1996.


Fotografías y texto: AHPTE


aun2016




lunes, 30 de mayo de 2016

Casa de la Comunidad, Teruel



CASA DE LA COMUNIDAD
Monumento a los defensores de Teruel


Fue construida en 1542, bajo la dirección de los maestros Juan de Rigol y Pedro de Heredia. Funcionaba como sede de las instituciones políticas y jurídicas de la Comunidad formada por la ciudad de Teruel y sus aldeas. Se utilizaba también como alojamiento para los diputados representantes de las aldeas.

En 1837 fue sede de la Diputación Provincial, albergó el Instituto de Segunda Enseñanza, posteriormente fue sede de diversos partidos políticos y finalmente fue vendido a particulares. En el momento de su adquisición estaba ocupado por una tienda de muebles, una entidad juvenil y varias viviendas privadas. Alberga el Museo Provincial de Teruel desde 1987. El Museo contiene colecciones de etnografía, prehistoria y arqueología.



Fotografía: Otto Wunderlich, 1920
Instituto del Patrimonio Cultural de España

aun2016

 


Acueducto Los Arcos de Teruel




ACUEDUCTO-VIADUCTO LOS ARCOS


Su construcción obedeció a la necesidad de mejorar el suministro de agua a la ciudad de Teruel, que hasta ese momento dependía de los grandes aljibes construidos en el último cuarto del siglo XIV en la actual Plaza Carlos Castel y de varios pozos y aljibes más pequeños distribuidos por otros puntos del casco urbano. Las obras de la Traída se iniciaron en 1537, captándose el agua de la Peña del Macho, fuente situada a mitad de camino entre Teruel y Valdecebro; pero pronto debieron abandonarse debido a su elevado coste económico.

En 1551 el Concejo de Teruel encargó el reinicio de la construcción de la Traída de Aguas a Quito Pierres Bedel, arquitecto de origen francés que había concluido con éxito el complicado recalce de la Torre mudéjar de San Martin. Pese a las dificultades, las obras fueron a un buen ritmo y en 1552 ya se había completado el tramo existente entre la Peña del Macho y el Carrel. Para ello había sido necesario tender una conducción de 4450 metros realizada con unos 12 000 arcabuces de cerámica; contaba con 140 arquetas y dos minas subterranéas (unos 190 metros de longitud), cruzando dos barrancos mediante arquerías; en fechas posteriores se agregaron dos nuevos arcos y una mina, a fin de mejorar el trazado en tres puntos conflictivos.

Para salvar el barranco que delimitaba por el Noreste la Ciudad, último gran obstáculo orográfico, Bedel diseñó Los Arcos, estructura que da nombre a toda la Traída. Esta emblemática construcción es de clara inspiración clásica y aúna magistralmente su carácter utilitario (acueducto y viaducto) con el representativo. Consta de dos niveles, el superior de seis arcos y el inferior de dos.

Una vez concluidos Los Arcos en 1554, el siguiente paso fue solventar la complicada distribución del agua en una ciudad ya edificada y con significativas irregularidades topográficas. Además de los puntos de suministro necesarios para cubrir las demandas vecinales, fue preciso crear tres fuentes suplementarias exigidas por D. Hernando de Aragón, arzobispo de Zaragoza, como contraprestación a la prórroga del plazo de la contribución para la ejecución de la obra cobrada a los clérigos turolenses.

En medio de una gran expectación popular, el agua llegó a la Fuente de la Plaza Mayor en 1558. En los años siguientes se fue completando la trama urbana de la Traída, hasta instalar un total de 14 puntos de agua, alimentados por una conducción de casi 2500 metros realizada con unos 6500 arcaduces de cerámica y que integra una mina, siete grandes arcas (alguna de considerables dimensiones) y otras 40 arcas subterráneas más pequeñas. Fuera del casco histórico, las aguas de la Traída también llegaron al Arrabal, si bien la información disponible sobre este ramal es sumamente escasa.


Fotografía: José Martínez Sánchez, 1867
J. Laurent y Cia. Madrid
Instituto del Patrimonio Cultural de España
Texto: Wikipedia

aun2016


 

domingo, 29 de mayo de 2016

Casa Provincial de Beneficencia, Teruel 1798-1996



Casa Provincial de Beneficencia
-Hogar Comandante Aguado-



HISTORIA DE LA CASA DE BENEFICENCIA

El nombre de Hogar Comandante Aguado, fue dado en posguerra a la antigua “Casa de Misericordia” que albergaba el Hospicio y Casa de Expósitos. Los primeros intentos del Obispo de Teruel, D. Francisco José Rodríguez Chico para erigir la Casa de Misericordia datan de 1767, dirigiéndose con tal motivo al Presidente del Consejo de Castilla, el Conde de Aranda. Sin embargo, a petición de dicho Consejo, los informes emitidos por el Ayuntamiento de Teruel, Comunidad de Teruel, así como los solicitados por el propio Ayuntamiento a D. Baltasar de Oñate y a D. Joaquín Pérez, son contrarios a la fundación, rebatiendo las propuestas del Obispo y sobre todo cuestionando alguno de los sistemas de financiación por incremento de determinados impuestos.

A pesar de ello, en 1779, el Consejo pidió al Obispo que se creara una Junta pro Casa de Beneficencia, que se reunió por primera vez el 26 de abril de ese año. Es a partir de 1784 cuando se empieza a reconocer la necesidad de una Casa de Refugio, y a raíz del informe que la Audiencia de Zaragoza solicitó al Obispo en 1789, vuelve a replantearse el asunto, pero nada se consolidaría hasta 1794.

La llegada al obispado de D. Félix Rico fue decisiva. Con la aprobación del plan presentado por el prelado, se destinaba inicialmente para Casa de Misericordia y de Expósitos el antiguo edificio de la Villavieja propiedad del obispado pero, debido a la excesiva distancia entre este y la ciudad, pronto se iniciarían las gestiones para la construcción de la que sería su sede definitiva.

CONSTRUCCIÓN DE LA CASA DE BENEFICENCIA

Las investigaciones de D. César Tomás, no dieron fruto en cuanto a la autoría del edificio pero sí llegó a la conclusión de que los planos no fueron trazados exclusivamente para la casa de Teruel, sino que se tomaron para su adaptación, de casas construidas con el mismo fin en otros lugares de España.

Sin duda este tipo de edificios responden en general a unos mismos esquemas no solo de planta, sino de alturas, materiales, sistemas constructivos, e incluso composición arquitectónica guiada por los cánones del Neoclasicismo y sus lenguajes regidos por la razón, la proporción y el orden, que inspiraba la arquitectura de la ilustración. Más aún, la rigidez en la ordenación basada en la simetría es una constante que se da tanto en este tipo de centros como en las prisiones. De hecho, las plantas rígidas pero a la vez sencillas están pensadas para favorecer un mejor control de los residentes, y por ello no disponen más que de un solo acceso.

Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico, aporta otros datos de interés:

Se eligió como ubicación las huertas próximas al convento de los Franciscanos, que se compraron a los racioneros de San Martín y a D. Alejandro Barrachina y atribuye a Francisco Rocha Carrera (Monzón, 1766 – Zaragoza, 1809 ) la autoría del proyecto. En cualquier caso es muy probable que así fuera y que Rocha conociera a fondo las obras de la Casa de Zaragoza que habían comenzado unos años antes y de las que tampoco se conoce documentalmente su autor. La traza de la de Zaragoza, conocida hoy como “El Pignatelli”, en planta es prácticamente un cuadrado (136??T5 m x 134??T5 m), la de Teruel es de planta rectangular (105??T5 m x 56??T5 m).

La primera piedra se colocó el día 9 de febrero de 1798, según la descripción recogida en el libro de Actas Capitulares de la Catedral de Teruel. Las obras se fueron realizando con problemas económicos. Se sabe que el 17 de noviembre, el colector libró 60.000 reales. a favor del obispo para las obras y que el 15 de diciembre y que el propio colector instó al subcolector de Teruel, D. Pedro Valero, para que urgiera el pago a los deudores de expolios y vacantes, a causa de “la falta de caudales para las obras y demás necesario de ese Hospicio y Casa de Expósitos que de orden de Su Majestad se está construyendo en esa Ciudad”.

Aunque la casa estaba sin terminar, el 19 de marzo de 1801 se trasladaron a ella todos los acogidos en la casa provisional de la Villavieja. En esa fecha, la inversión realizada era de 27.000 pesos aproximadamente y aún faltaban unos 3.000 para su acabado. Aún llegaron 225.000 reales en 1803, y en la primavera de 1804 las obras debían estar terminadas. Independientemente de la obra, su mantenimiento estuvo siempre sujeto a crisis económicas agravadas primero por la guerra de la Independencia, y posteriormente por efectos de la desamortización. A partir de la ley de 29 de julio de 1837, pasó a depender económicamente de la Diputación Provincial.

ANÁLISIS TIPOLÓGICO DEL EDIFICIO

Es habitual que la planta de muchos de los edificios construidos durante el siglo XVIII para Casas de Misericordia y otros usos asimilables, se organice mediante una forma geométrica de grandes dimensiones cuyo perímetro permita disponer de amplios patios interiores. Tanto en “El Pignatelli” como en la casa de Teruel son tres los patios aunque de dimensiones y proporciones diferentes. El mismo esquema simétrico respecto a un eje perpendicular a la puerta de acceso al conjunto, configura 6 cuerpos de edificación, los cuatro perimetrales y dos centrales.

Los perimetrales están formados por dos crujías. La exterior de unos 6 metros para albergar los distintos usos, y otra interior de unos 2 metros con funciones de corredor que comunica todas las estancias. Los cuerpos centrales con una crujía central de unos 5 metros y corredores a ambos lados para configurar la simetría compositiva y funcional de los tres patios. Estos corredores de comunicación, en la planta baja son porches en todo el perímetro interior de los patios que se conectan entre sí por pasos abiertos.

Las comunicaciones principales entre las plantas se realizan mediante escaleras de tres tramos situadas en los cuerpos centrales y próximas a la puerta.

El edificio tiene forma rectangular, con dimensiones de 105 x 56,5 metros, y consta de planta baja y dos alzadas con alturas libres cercanas a los 4 metros. Exteriormente la linealidad de las fachadas se refuerza aún más por las impostas a nivel de forjados, que el autor trató de romper en la fachada principal quebrando ligeramente su plano en varios puntos. Un elemento central que enmarca la puerta con pilastras de orden dórico en la doble altura de las dos plantas superiores que recogen un arquitrabe y tímpano rodeado por molduras similares a la cornisa. A ambos lados, otra superficie de fachada que abarca también tres ventanas como el anterior, está avanzada ligeramente respecto del plano general de la fachada, precisamente los extremos de esta parte coinciden en alzado con el cuerpo posterior del edificio que tiene 4 plantas. Los laterales del alzado principal, se refuerzan con una especie de pilastrones en las dos plantas superiores enmarcando la última ventana. Una cornisa de perfil generoso rodea todo el edificio y los patios.

Los cuerpos de edificación están cubiertos a dos aguas hacia el exterior y hacia los patios y el cuerpo posterior, más elevado, a cuatro aguas.

ANÁLISIS FUNCIONAL

El uso del edificio ha estado siempre vinculado a su destino inicial aunque los cambios sociales y culturales introdujeran modificaciones a lo largo de los casi 200 años de funcionamiento. El aspecto de centro de acogida, de enseñanza, aprendizaje y de producción en sus talleres se ha mantenido hasta años recientes, con las variaciones lógicas en los tipos de talleres que albergaba.

La pérdida de sus funciones iniciales, en los últimos años, hicieron que el edificio se fuera reconvirtiendo hacia usos diversos para los que la Diputación Provincial necesitaba espacio.

Desde julio de 1992, debido a los problemas existentes en la cubierta que fue remodelada en su totalidad en 1996, el edificio prácticamente se desalojó, quedando únicamente en él la Zona de Comunidad de Religiosas en una parte que había sido reformada como Residencia de Niños y por tanto en buen estado. En la actualidad se ha convertido en un edificio de almacenamiento, en él se ubica parcialmente el Archivo de la Diputación de Teruel, almacenes de distintos servicios como el Museo, Instituto de Estudios Turolenses, Turismo e incluso de organismos ajenos a la Diputación como la Universidad de Teruel. Todos estos usos no requieren tránsito de personal, ni una apertura directa al público.


Proyecto: Francisco Rocha Carrera ? 
Primera piedra: 9 de febrero de 1798  
Ocupación: 19 de marzo de 1801, 
Bajo la administración de la 
Diputación Provincial de Teruel: 29 de julio de 1837

Texto: dpteruel.es
Diputación de Teruel, 19 de enero de 2009
Fotografía: 1915


aun2016



Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, Teruel


1901


1910


Colegio del Sagrado Corazón de Jesús


Edificio neogótico (1895-1899).
Plaza del Venerable Francés de Aranda


Foto postales año 1901 y 1910



Monumento al Venerable Francés de Aranda


Monumento al Venerable Francés de Aranda


Monumento de estilo romántico dedicado al obispo Francés de Aranda (1356-1441). El pedestal de piedra fue diseñado en 1894 por el arquitecto Manuel López Garriga. La estatua de bronce fue realizada en 1902 por el escultor Carlos Palao (1857-1934).


Plaza del Venerable Francés de Aranda


aun2016


 

Ermita de la Virgen del Carmen, Teruel







Ermita de la Virgen del Carmen
Carretera de Zaragoza


La construcción de la pequeña ermita del Carmen se sitúa, según varios autores, en 1882. Incluso se apunta la posibilidad de que el edificio ya existiera desde el último tercio del siglo XVIII, ya que una ermita dedicada a la Virgen del Carmen aparece citada en ese emplazamiento en una descripción manuscrita de la ciudad correspondiente a esa fecha. En cualquier caso, de la primitiva ermita solo parece haberse conservado el emplazamiento y la advocación, ya que en 1903 la actual ermita sería reconstruida por el arquitecto valenciano José Manuel Cortina Pérez por encargo de la familia Garzarán.




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viernes, 27 de mayo de 2016

Iglesia de Santa María la Mayor de Calamocha





Iglesia de Calamocha dedicada a Santa María la Mayor


Fotografía: Georg Weise, 1932
Archivo fotográfico Bildarch, Universidad de Marbug (Alemania)


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lunes, 23 de mayo de 2016

Rejas de forja


Reja de forja de la casa de los Franco Pérez de Liria.
Siglo XVIII.
Orihuela del Tremedal.

AHPTE
Fotografía recogida por: Alfonso Utrillas Navarrete







Rejas de forja de Casa de la Señora.
Villar del Cobo.

IET
Fotografía: Francisco López Segura, 1961




Reja de forja de Casa Espinosa.
Orihuela del Tremedal.

IET
Fotografía: Francisco López Segura, 1956




Reja de forja
Torres de Albarracín

IET
Fotografía: Francisco López Segura




Reja de forja
Albarracín

IET
Fotografía: Francisco López Segura




Reja de forja
Palacio del Marqués de Tosos
Teruel

FotografíaIET

 

Reja de forja
Calomarde (Teruel)



Reja de forja
Jabaloyas (Teruel)




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Iglesia de la Asunción de Mosqueruela


Portada de la iglesia de la Asunción.
Gótica del siglo XIV.
Mosqueruela (Teruel).


Fotografía: AHPTE 
Recogida por: Alfonso Utrillas Navarrete

 

Carnet de pensionista de Blas Utrillas Gimeno




Blas Utrillas Giméno 
Teruel 3 de febrero de 1893


Profesión: Obrero industrial, Aguas del Guadalaviar /Ayuntamiento de Teruel
Encargado de los pozos de abastecimiento de aguas potables de la ciudad de Teruel
Teruel, 27 de febrero de 1960


Recogido por: Alfonso Utrillas Navarrete (nieto de Blas)


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domingo, 22 de mayo de 2016

Gran Hotel de Jaca, 1958






Gran Hotel de Jaca
Jaca (Huesca) junio de 1958


La fotografía superior está fechada a 22 de junio de 1958.

En la inferior se distingue el andamio metálico que se montó para colocar el letrero de neón en el que se lee: Gran Hotel, junto a un ciervo también luminoso.

El Gran Hotel de Jaca, dispone actualmente 165 habitaciones, con todas las comodidades: baño, teléfono directo, calefacción central, televisión vía satélite, canal de vídeo y aire acondicionado, servicio de habitaciones disponible tanto para desayunar en la habitación, como en cualquier momento del día. Cuenta con un Restaurante, cafetería, salón social, mini golf, guarda esquís y parking y garaje cerrado, con plazas limitadas.



Fotografías: Alfonso Utrillas Novella. Jaca, 22 de junio de 1958


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domingo, 15 de mayo de 2016

Puente de Hierro, Teruel



PUENTE DE HIERRO SOBRE EL RÍO TURIA

Construcción: 1868

Dinamitado durante la Guerra Civil el 2 de enero de 1938

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sábado, 14 de mayo de 2016

Relación de cadáveres. Teruel, 28 de diciembre de 1938




RELACIÓN DE CADÁVERES EXHUMADOS Y DESCOMBRADOS 
TERUEL, 28 DE DICIEMBRE DE 1938


 El día 22 de febrero de 1938, con la toma de Teruel por el ejercito franquista finaliza la batalla de Teruel. El 3 de marzo de 1938 se procede ya al descombro de algunos de los edificios que más han sufrido la dureza de los combates, en los cuales se hallan los cadáveres de la población y combatientes refugiados en ellos a lo largo del periodo comprendido entre diciembre de 1937 y febrero de 1938, la llamada Batalla de Teruel en la que se enfrentaron los ejércitos de la república y el franquista que en principio tenia en su poder la plaza de Teruel.

En los primeros días fueron exhumados los caídos y posteriormente los descombrados, tarea que según se certifica en el documento ocupó un periodo de tiempo comprendido entre el día 3 de marzo a el día 28 de septiembre de 1938.

Se lee: Teruel 28 de septiembre de 1938III año Triunfal. El Capellán Director (Cementerio Católico de Teruel, en el sello) su firma y rública.


AHPTE-aun2016



viernes, 6 de mayo de 2016

El traje regional



El Traje Regional


El traje regional es, en Teruel, el típico aragonés con muy ligeras variantes. Incluso en la provincia podemos distinguir dos modelos distintos, si bien muy parecidos.

En el hombre, en la tierra alta, por ser más fría, el calzón es de paño marrón o negro, bien ajustado; chaleco con los frentes de seda o de raso, estampado con pequeñas flores u otros dibujos, de colores muy vivos, y, sobre el, chaqueto corta de puntas redondas, también de paño del mismo color que el pantalón. A la cabeza, pañuelo de color vivo, generalmente rojo y con rayas o cuadros negros , doblado, dejando al descubierto la parte superior de la cabeza y anudado sobre la sien derecha. Medias de gruesa lana blanca y alpargata abierta o miñonera. En las grandes solemnidades y para personas de edad, amplia y larga capa de paño con gran esclavina parda o negra.





En la tierra baja, el traje es más parecido al usado en la provincia de Zaragoza. El pantalón negro y de tela más ligera, abierto por la parte exterior del muslo, dejando ver unos amplios bombachos blancos. Estas aberturas se ajustan con cintas negras. Amplia faja de color vivo desde el bajo vientre hasta el esternón, y chaleco negro de tela ligera sobre camisa blanca de amplias mangas. El pañuelo, a la cabeza, doblado en forma que quede inhiesta una alta punta sobre la frente. No es corriente la chaqueta. Medias y calzado, iguales que los de la tierra alta.

En la mujer, el atuendo se compone de amplia falda de raso estampado con ramos de vivos colores, predominando los verdes y amarillos combinados con los negros. En la zona de Alcañiz la falda es más corta y airosa que la de Teruel. Para darle vuelo, llevan en su interior  una o más enaguas almidonadas, rematadas en puntillas. Corpiño  negro y muy ajustado, con las mangas por las que sobresalen puntillas blancas, y, sobre él, o bien un mantoncillo de Manila  o una pañoleta de fina lana e historiados dibujos y ramajes sobre negros y amarillos. Las mozas del Bajo Aragón llevan en su garganta una cinta negra de raso a guisa de gargantilla y, en su amplio moño, un lazo negro.

El traje de gala, el de las grandes solemnidades, bodas, bautizos, fiestas religiosas, es la falda más larga y amplio mantón de Manila ricamente bordado. Se tocan las mujeres en esta ocasión con la llamada " mantilla redonda", de raso, con bordes de terciopelo y puntillas, todo ello en negro.

Como joyas, largos pendientes de oro o plata, con piedras incrustadas en rico trabajo de orfebrería, que penden desde el lóbulo de la oreja hasta muy cerca del hombro. Gargantillas de coral, broches o alfileres de gruesa cabeza, completan el tocado de la baturra, según su posición social.




Salvo algún anciano, por el Bajo Aragón, es difícil encontrar ya personas que lleven este atuendo. No obstante, los jóvenes han recuperado el gusto por la ropa de sus abuelos y la lucen en las fiestas, procesiones o romerías. Más corriente es ver entre los labradores de hoy una típica blusa marrón o negra, muy corta, que apenas llega a la cintura, con canesú muy plisado, persistiendo el uso de la faja, si bien negra y no de vivos colores.





Fotografía: Delegación Provincial de la Sección Femenina, AHPTE
Recogido por Alfonso Utrillas Navarrete, 2008


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jueves, 5 de mayo de 2016

Fiestas populares



Fiestas Populares
-Provincia de Teruel-


Se celebran, por lo general, el día de la Virgen de Agosto, Asunción de Nuestra Señora, el 8 de septiembre, no faltando pueblos, como Monreal del Campo, Santa Eulalia, Cella, Calanda, que las hacen coincidir con el 12 de octubre, festividad de Nuestra Señora del Pilar. En Teruel capital tienen lugar el 30 de mayo, en honor de San Fernando, sus Ferias y Fiestas, y el domingo más próximo al 10 de julio -festividad de San Cristóbal. la Vaquilla del Angel, fiesta popularísima, consistente en correr por las calles y Plaza del Torico, toros ensogados, arriesgada diversión en la que participa la población entera. Las mujeres, desde los porches de la plaza y en la bocacalles, presencian los alardes de valor y maestría de los mozos, teniendo algunas veces que esquivar en las pilastras las incursiones que el toro realiza por las porchadas y accesos callejeros. Todo ello va unido a verbenas, organizadas por diversas peñas juveniles y otros festejos populares, que están haciendo de la Vaquilla del Angel un atractivo turístico realmente importante para Teruel.

Se ignora el origen de esta fiesta, aunque se han hecho no pocas conjeturas y escrito bastantes libros y folletos sobre ella. Dicen algunos autores que el abad de la Cartuja de Portacoeli, venerable Francés de Aranda, figura insigne en el Compromiso de Caspe e ilustre turolense, dejó  un donado para esta fiesta popular en Teruel, ordenando que la carne de los toros corridos se repartiera entre los presos. Pero es probable que el origen de la Vaquilla, llamada del Angel Custodio, sea la traducción cristiana -con la advocación del Angel - de alguna antiquísima costumbre ibérica, pues ibérico es el nombre de Teruel, cuya raíz lingüística es el toro, y que fuera algún culto primitivo que los habitantes rindieran al "totem" de la población.

En las serranías de Albarracín y de Mora de Rubielos, también las fiestas populares tienen por base y fundamento los toros, como en otros muchos pueblos de la provincia. No es incomprensible  esta afición, puesto que en las cuevas del Navazo de Albarracín, encontramos pinturas rupestres donde el toro y el hombre están representados en escena de caza o de una lidia  primitiva, Allí han abundado siempre ganaderías de reses bravas, y a gala han tenido los pueblos de llevar los toros o vacas de mayor tamaño para sus fiestas mayores, lidiándolas, bien los propios mozos del pueblo o bien "maletillas" de poca monta, en improvisadas plazas de carros, vigas y tablados.

De estas fiestas de toros merecen mención las de Albarracín, por el marco extraordinario de su Plaza Mayor  convertida en coso taurino, así como las de Bronchales, Orihuela, Torres y otros pueblos comarcanos. En Albarracín se celebra un encierro de las reses a lidiar, muy similar al de Pamplona. Los mozos corren por las estrechas y empinadas calles, delante y detrás de los bravos toros, sin inmutarse tampoco cuando, desde el viejo camino de Royuela, entran en la carretera para cruzar el largo y oscuro túnel que perfora de parte a parte la montaña sobre la que se asienta el pueblo. 

En las demás localidades de la Sierra es también típico el encierro, acompañando a los mayorales, mozos del pueblo, montados en engalanadas cabalgaduras y llevando a la grupa a guapas mozas amplios mantones de Manila.

En la Sierra de Mora la fiesta tiene otra característica distinta. Allí lo típico es el toro embolado de fuego. Algo así como cuando los íberos luchaban contra los cartagineses y lanzaban sobre sus campamentos toros con bolas de fuego en los cuernos. Al toro bravo, abundante en la comarca, se le coloca un yugo y, diestramente dispuesto sobre él, un aparato de hierro sobre el cual van encendidas unas bolas confeccionadas con resina, pez y estopa. No hay peligro de que el fuego dañe al animal, puesto que las chispas caen siempre fuera de su cuerpo, pero aun así, en Rubielos de Mora por ejemplo, cubren el lomo de la res con una capa de arcilla para evitarle quemaduras. El toro corre suelto por las principales calles, tapándose las accesorias con "tarracleras", y  ante él los mozos, que han de esquivar no solo las cornadas sino también, esos otos cuernos de llamas que lleva la res en su testuz. La fiesta se celebra de noche, con el alumbrado público apagado y es de un efecto plástico extraordinario.

En Calamocha, para San Roque, se corren vaquillas sueltas por las calles, lo mismo que en Albalate del Arzobispo, San Agustín y otros pueblos, aparte de los festejos taurinos digamos profesionales.

La provincia de Teruel cuenta con las siguientes plazas de toros permanentes: Teruel, con un aforo de 7.000 personas; Alcañiz, 5.000; Calanda, Albalate del Arzobispo y Calamocha con unas 3.000 localidades; y Cella, 2.000.



Dibujo, monumento a la Vaquilla del Angel, Gonzalvo
Recogido por Alfonso Utrillas Navarrete, 2016



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