viernes, 28 de febrero de 2020

Mosqueruela, Teruel



Mosqueruela, Teruel


Lindando ya con la comarca del Maestrazgo y con la provincia de Castellón, posee en la actualidad 721 habitantes, ni siquiera una cuarta parte de los 3.103 que llegó a alcanzar en el año 1900.

Asentada en una pequeña elevación que domina un amplio valle de fondo muy plano, es otro tesoro arquitectónico, testigo de un pasado esplendoroso, que se remonta hasta los albores de la historia. Sus abrigos con manifestaciones de arte rupestre han sido recientemente declarados Bien de Interés Cultural (BOA, 10-01-2003) y posee abundantes yacimientos arqueológicos.

Alardea del título de “villa” y no en vano, puesto que fue distinguida dentro del conjunto de aldeas de la antigua Comunidad de Teruel, encabezando las disputas contra la ciudad. Su muralla (ss. XII-XIII), muy bien conservada con sus portales de San Roque, el Hospital, el Postigo o el de Teruel, encierra un urbanismo singular, conjunto Histórico-Artístico desde 1982 (BOE, 21-09-1982).

Uno de los monumentos más relevantes es la iglesia gótica de la Asunción (s. XIV), remodelada en el XVIII al gusto barroco, pero que mantiene la portada original y en una de cuyas antiguas sacristías, protegida por una preciosa reja, se encuentra el Archivo de la Comunidad de Teruel. El hospital gótico-renacentista, el denominado palacio de Don Jaime (XV-XVI) adornado con ventanas conopiales, la antigua iglesia de Santa Engracia (s. XVI), con portada plateresca y acondicionada como actual Casa de Cultura, el ayuntamiento del siglo XVII, el torreón y las casonas situadas en las calles Mayor y Ricos Hombres, son sus edificios más sobresalientes. Curiosa es la fuente (s. XVIII) junto al gran lavadero a la entrada de la población.

Pero lo que más sorprende de Mosqueruela es la homogeneidad de su casco histórico, la buena conservación de viejos elementos constructivos –arcadas, aleros, forjas, hornacinas, ventanas y puertas–, el encanto de los soportales y el buen gusto, en general, con el que se han rehabilitado las viviendas.

Dispersas por el término municipal se localizan las ermitas de El Carmen, San Antonio, el Loreto, San Lamberto y, sobre todo, el Santuario de la Estrella (s. XVIII), que constituye uno de los puntos tradicionales de peregrinación de esta comarca y limítrofes el último domingo de mayo.

Mosqueruela contaba nada menos que con 270 masías habitadas en los años 40, algunas de ellas verdaderas casas solariegas, otras dotadas de torres almenadas, otras de factura más popular, pero que constituyen otro exponente importante del patrimonio arquitectónico y cultural, junto con las abundantes obras de piedra seca –linderos, bancales, casetos–, entre los que destacan las Casetas del Gavieso.

El término municipal es tan extenso (265 km2 ) que se halla dividido en cinco partidas, cada una con las peculiaridades derivadas de rasgos geográficos muy contrastados. Al noroeste, las altitudes rozan los 2.000 metros en el Cerro del Hornillo y es una zona de frondosos pinares, llanos y elevados, que poseen nombres tan elocuentes como el del Pinar Ciego, donde nacen los barrancos de la Valtuerta y de Pellejeros. Al este, la Rambla de las Truchas se encaja en un precioso cañón ameandrado que labra el perímetro de las altas Muelas del Milano, La Moleta, La Loma de la Higuera. Al sur, el Arroyo Majo y el río Monleón se hunden profundamente entre escarpados riscos cubiertos de pinos, y gigantescas carrascas y rebollos, creando los espectaculares paisajes del castillo islámico del Mallo o de la aldea de La Estrella.

Buena parte de los territorios enumerados constituyen viejas depresiones kársticas –poljes–, relacionados con procesos de disolución superficial y drenaje subterráneo, que en la actualidad han sido capturadas por una red fluvial normal vertiente hacia el Ebro o hacia el Mediterráneo. Todavía se conservan zonas de drenaje difícil, con sumideros o simas que conectan con conductos internos. Esto ocurre en la cabecera de los Pellejeros, en el Bojar, en el mismo plano de Mosqueruela, en cuyo fondo afloran las calizas corroídas y hacia Puertomingalvo. La originalidad e importancia de estos paisajes ha merecido la catalogación de los denominados “poljes de Mosqueruela” como punto de interés geológico de Aragón por parte de la DGA.


Foto postal b/n años 1960

Texto: Los pueblos de la comarca de Gúdar-Javalambre
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA, 2004


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jueves, 27 de febrero de 2020

miércoles, 26 de febrero de 2020

Fotografía aérea de El Pobo, Teruel



Fotografía aérea de El Pobo


Fotografía: Instituto de Estudios Turolenses, IET
FOAT, 13/04/1983


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Mora de Rubielos, Teruel



Mora de Rubielos


Es el núcleo de mayor población de la comarca de Gúdar-Javalambre, 1.370 habitantes, y por ello se ha convertido en la cabecera comarcal, donde se centralizan los órganos de gobierno y buena parte de los servicios administrativos, sanitarios y educativos.

No obstante, también Mora constata un progresivo descenso demográfico desde el año 1900, en el que contaba con 3.213 habitantes. Este deterioro se ha detenido en los últimos años, en los que se experimenta incluso cierta recuperación, merced a la nueva dinámica que se está generando.

Situada a 1.035 metros al pie de las estribaciones más meridionales de la Sierra de Gúdar, Mora constituye un obligado lugar de paso para el turismo de la nieve que, desde la N-234, se acerca cada fin de semana a las pistas de esquí de Valdelinares. Por ello, las actividades hosteleras, el comercio y las segundas residencias se han revitalizado enormemente en los últimos 20 años, creando expectativas nuevas.

La belleza y valor patrimonial de su casco urbano le hizo merecedora de la consideración como Conjunto Histórico-Artístico (BOE, 15-08-1978), aunque ya previamente dos de sus elementos más significativos fueron declarados Monumentos Histórico-Artísticos: el castillo (BOE, 04-06-1931) y la iglesia parroquial de la Natividad de Nuestra Señora (BOE, 18-04-1944), y, recientemente, el yacimiento arqueológico del poblado de La Hoya Quemada (Bronce Medio) ha sido catalogado como Bien de Interés Cultural (BOA, 8-10-2001).

Conquistada en 1171 por Alfonso II, pasa a manos de los Fernández de Heredia en 1367 y son estos señores los que, sobre una plataforma rocosa, levantan el castillo-palacio de planta cuadrangular y estilo gótico valenciano, una gran mole de piedra protegida por macizas torres y organizada alrededor de un gran patio central, que constituye el edificio más emblemático de Mora de Rubielos.

Muy cerca, otra de las joyas arquitectónicas es la ex-colegiata de Santa María (s. XV), iglesia gótica de cantería, con una nave cubierta con crucería y capillas entre los contrafuertes, que alberga una rejería del siglo XV de gran valor artístico. Existen otros muchos edificios religiosos de interés: el convento de las Franciscanas (s. XVI) y las ermitas de La Dolorosa, del Loreto o Santa Lucía, San Roque, San Miguel y La Soledad, todas ellas del siglo XVIII.

El ayuntamiento, con fachada herreriana del XVII, es el máximo exponente de la arquitectura civil, espléndidamente representada en las casas solariegas de la plaza de la Iglesia, la calle de las Parras, las Cuatro Esquinas o la plaza Mayor. También se conservan los portales de la antigua muralla, algunos de ellos muy modificados: el Portal de las Monjas, el de los Olmos, el de la Plaza…, todo un rico patrimonio para admirar.

También la diversidad paisajística del amplio término municipal de Mora (166 km2) resulta atractiva. Su extremo norte está inmerso en plena Sierra de Gúdar, con cumbres por encima de los 1.700 metros (Chaparroso, 1.803 metros) y grandes laderas cubiertas de pinares con abundantes fuentes y parajes tan pintorescos como la cascada de la Hiedra en Fuen Narices, o el Arco de Piedra, en un barranco afluente. En el centro encontramos un rosario de pequeña hoyas cultivadas y bordeadas de carrascales, sabinares y pinares, que alojan conjuntos de masías muy característicos de Mora: Los Campillos, Las Barrachinas, Los Salabrosos, Las Tosquillas, Las Camarillas, etc., verdaderas joyas de arquitectura popular. La parte sur del término, ubicada ya en pleno llano de Sarrión, es más compleja y está articulada en torno a la confluencia entre el río Mora y el Mijares, que han excavado espectaculares gargantas como las de la Pileta.

Por si fuera poco, Mora se ha esforzado también para convertirse en el foco cultural de la comarca. Festivales de Verano, Museo Etnológico y exposiciones varias en el castillo, banda de música, grupo de teatro y un sinfín de actividades, amenizadas por abundantes fiestas populares, con el toro embolado siempre como protagonista, hacen de Mora de Rubielos un lugar de ocio atractivo para el turismo.



Fotografía: Turismo de Aragón

Texto: Los pueblos de la comarca de Gúdar-Javalambre
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA, 2004



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Castillo Ducal de Híjar, Teruel



Castillo Ducal de Híjar


Situación

El castillo palacio de los Duques de Híjar se eleva sobre una prominencia que domina en altura la localidad de Híjar, provincia de Teruel.

Historia

Los restos encontrados en las excavaciones realizadas en los años 80 muestran asentamientos que van desde la época romana, pasando por la islámica (poco estudiada pero que atestigua la importante situación militar de Ixar, sobre todo en los dominios de las taifas y los almorávides, aunque hay fuentes que la nombran en la época califal de Abderramán en el siglo X, concretamente en el 935), y, como no, la cristiana, aunque siempre influida por lo musulmán.

Las fases de construcción de lo que fue el palacio en su periodo de esplendor deben corresponder en primer lugar al siglo XIV, época de asentamiento e importancia del mecenazgo señorial. Pero las fases llegan hasta la Primera Guerra Carlista, en la que el palacio se convirtió en fuerte, y como ejemplo de su perdición, en Cuartel de la Guardia Civil. Esto, unido al olvido de los duques, la dejadez del pueblo, la reutilización como casas humildes y el expolio lo llevó a la catástrofe.

Cuentan las crónicas que en este castillo estuvieron hospedados en sus viajes muchos de los más importantes reyes y príncipes de Aragón, como la hija de Alfonso II que dio nombre a una de las zonas cercanas al pueblo, el Mirabayo.

Descripción

El castillo se organizaba en torno a un patio central porticado y decorado con pinturas y yeserías que, por el sistema constructivo empleado, debieron ser de estilo mudéjar. Poseía una capilla interior con bóveda del XVI y pinturas góticas e infinidad de techumbres y arte mueble hoy perdido en el olvido y, lamentablemente, irrecuperable.

El Palacio se dispone en una esquina del cabezo que domina la villa, el resto era una gran plaza de armas de la que tenemos noticia en los festejos que se organizaban en las tomas de posesión de los duques. Además, una parte del cabezo sirvió hasta no hace mucho como depósito de agua.


Fotografía: Instituto de Estudios Turolenses, IET
José Antonio Dosset, 1892

Texto: Castillos Net


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martes, 25 de febrero de 2020

Samper de Calanda, Teruel



Samper de Calanda, Teruel


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Cátedra Ambulante.

Acto de clausura. Autoridades en el balcón del ayuntamiento, en la plaza de España. Samper de Calanda, 1967.



Fotografía: Delegación Provincial de la Sección Femenina
Archivo Histórico Provincial de Teruel, AHPTE
Descripción: Alfonso Utrillas Navarrete, 31/11/2011


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Ayuntamiento de Fortanete, Teruel



Ayuntamiento de Fortanete, Teruel


Descripción

La Casa Consistorial de Fortanete está situada en la Plaza Mayor, junto a la iglesia de la Purificación, constituyendo el punto neurálgico de la población. Probablemente en origen sirvió de vivienda del prior de la Orden de San Juan y fue posteriormente, hacia 1588, cuando se realizaron las distintas reformas para adecuar el edificio como Casa Consistorial. Para ello se abrió la lonja en la planta baja del edificio. Las lonjas son un elemento definitorio de estos edificios concejiles de la zona del Bajo Aragón; en ellas se realizaba en mercado local o incluso podía ser lugar de reunión de los concejos generales de los municipios.

Se trata de un edificio de planta rectangular, dos pisos y tres fachadas realizado en mampostería con piedra sillar de refuerzo y techumbres arquitrabadas. Al exterior la fachada principal presenta en la planta baja una lonja con triple acceso en arco de medio punto siendo uno de ellos más elevado. A la derecha abren dos ventanas que iluminan el espacio de las carnicerías. En la planta alta abren cuatro vanos adintelados uno de ellos con balcón volado de piedra tallada con barandillas de forja y con labor de carpintería en sus hojas. En los huecos se pintaron el reloj de sol y un escudo con el "victor" y el tocado arzobispal al igual que en Valderrobres o Calanda. La fachada remata con un alero de madera muy volado.

En el interior, en la planta alta el espacio principal se sitúa el salón de sesiones, de planta rectangular cubierto por un impresionante artesonado de madera; el archivo y las oficinas municipales. La planta baja, además de estar ocupada por la lonja y las carnicerías, contiene la cárcel y las mazmorras, que todavía fueron usadas durante la Guerra Civil y la postguerra.


Historia

Construcción original, Siglo XVI

Su construcción comenzó en 1520 y en 1588 se reformó adecuando el edificio como Casa Consistorial, abriendo en consecuencia una lonja en el piso inferior.

Inserción de elementos muebles, Siglo XVIII

En el siglo XVIII se añadió la ornamentación de la fachada: un reloj de sol y un escudo con el "victor" y el tocado arzobispal honrando la memoria de  Fray D. Miguel Jerónimo de Molina y Aragonés, obispo sanjuanista mecenas de la iglesia parroquial de la Purificación.

Declaración, Siglo XXI (2001)

El Boletín Oficial de Aragón del día 8 de octubre de 2001 publica el Decreto 214/2001 de 18 de septiembre, del Gobierno de Aragón, por el que se declara Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, el Edificio de la Casa Consistorial de Fortanete (Teruel).

Restauración, Siglo XXI (2005-2006)
En los años 2005 y 2006 el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Fortanete promovieron la restauración integral del edificio de la Casa Consistorial. Los trabajos afectaron a cubiertas, alero, estructuras, escalera, paramentos exteriores e interiores y vanos. También se construyó un sistema de drenaje para evitar futuros problemas de humedad en el edificio. La inversión del Gobierno de Aragón fue de 350.805 euros.


Bibliografía

BENITO, FÉLIX. Patrimonio Histórico de Aragón: Inventario Arquitectónico. Teruel, Departamento de Cultura y Educación, Zaragoza, 1991.

LOMBA SERRANO, CONCEPCIÓN. La casa consistorial en Aragón: siglos XVI y XVII, Zaragoza, 1989.

MÉNDEZ DE JUAN, JOSÉ FÉLIX, GALINDO PÉREZ, SILVIA Y LASHERAS RODRÍGUEZ, JAVIER. Aragón Patrimonio Cultural Restaurado. 1984/2009. Bienes inmuebles, Gobierno de Aragón, Zaragoza, 2010.


VV. AA. Maestrazgo, Colección RUTASCAI por Aragón nº 11, Zaragoza, 2004.


Fotografía: Pinterest, elcasaldenicolas
Texto: patrimoniocultural@aragon.es





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Cátedra Ambulante.

Grupo de coros y danzas regionales posan junto a la delegada provincial de la Sección Femenina en Teruel, Dña. Rita Navarro, en la plaza Mayor, frente a la lonja de tres arcos de medio punto cerrados con verja, del ayuntamiento de la localidad de Fortanete. Años 1960.



Fotografía: Delegación Provincial de la Sección Femenina 
Archivo Histórico Provincial de Teruel, AHPTE
Descripción: Alfonso Utrillas Navarrete, 31/11/2011


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Manzanera, Teruel




Manzanera, Teruel


Villa localizada a unos 50 km de Teruel y a 100 km de Valencia, con fácil acceso desde la N-234, en la vertiente meridional del macizo de Javalambre, a 996 metros de altitud. Incluye los barrios de Alcotas, Las Alhambras, Los Cerezos, Los Olmos, El Paraíso y El Paúl, que entre todos ellos suman una población actual de 474 habitantes, frente a los 2.750 existentes en 1900.

El municipio cuenta con algunos yacimientos arqueológicos de la Edad del Bronce, ibéricos y también restos romanos, entre los que cabe citar una lápida romana del siglo I. El cuidado casco urbano recibió en 1971 el primer Premio Nacional de Embellecimiento “Conde de Guadalhorce”. Todavía conserva vestigios de un castillo medieval de los siglos XII y XIII y de la muralla que protegía la población, cuyo Portal de Abajo, una bella arcada entre dos torres de planta cuadrada, fue declarado Monumento HistóricoArtístico (BOE, 22-01-80). La iglesia de El Salvador es de estilo barroco del siglo XVIII, posee una torre almenada y conserva algunas pinturas dieciochescas. Otros monumentos destacables son la ermita gótico-renacentista del Loreto (ss. XVI-XVII), el Molino (ss. XVII-XVIII) y las iglesias de Alcotas, Los Cerezos y Los Olmos.

Pero Manzanera es famosa también por otros motivos. El acertado eslogan publicitario que intenta vender los numerosos atractivos del pueblo reza “Manzanera: un paraíso a su alcance” y la frase tiene una premeditada doble intención. Por una parte, hace referencia al renombrado balneario de El Paraíso, dotado de aguas cloruradas y sulfatadas, especialmente indicadas para los trastornos intestinales y hepáticos, cuyos tratamientos se han revalorizado en los últimos años. En segundo lugar, la idea de “paraíso” intenta recoger las excelencias de su territorio, rico en parajes sorprendentes e ideal para disfrutar de unas apacibles vacaciones.

Realmente, si existe un elemento destacable en su medio natural, éste es el agua. Está ceñido por las altas montañas calcáreas de Javalambre, perforadas por formas de absorción kárstica (sima de El Paúl, de Manzanera, polje de Alcotas, etc.) por donde se infiltran las aguas de lluvia. Por debajo aparecen impermeables arcillas yesíferas que colorean el paisaje. En su contacto afloran importantes manantiales –fuentes del Gavilán, el Cañuelo, la Teja–, que alimentan a los cursos de agua. El extenso término de Manzanera, con sus 168,7 km2, se halla perfectamente vertebrado por sus ríos –río de los Olmos, Torrijas, Manzanera y río de los Paraísos–, que se unen para generar el río Albentosa, uno de los más importantes afluentes del Mijares. Sus frondosas riberas nos hacen, efectivamente, rememorar el prometido jardín de las delicias.


Fotografía: Pascual Paricio

Texto: Los pueblos de la comarca de Gúdar-Javalambre
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA, 2004


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lunes, 24 de febrero de 2020

El pino del Escobón, Linares de Mora



El pino del Escobón
Linares de Mora, Teruel


El Pino Escobón se encuentra en el término de Linares de Mora (Comarca Gúdar-Javalambre), a tan solo 3 Km de la localidad, está catalogado como el árbol centenario monumental de Aragón. Tiene una edad entre 400 y 500 años. Dicen que es el árbol más alto de su especie, Pinus sylvestris, casi 30 metros de altura, de Teruel.


Fotografía color: La Posada de Mosqueruela

Fotografía b/n: Instituto de Estudios Turolenses, IET
Francisco López Segura, 10/10/1949

Texto: Turoliense


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Linares de Mora, Teruel




Linares de Mora, Teruel


Ignorado todavía por el gran público, Linares es una maravilla arquitectónica, enclavada en un entorno particularmente bello, y por ello ha merecido la declaración de dos figuras de protección por parte del Departamento de Cultura de la Diputación General de Aragón: ha sido catalogado como Conjunto Histórico Artístico (BOE, 11-11 82), y su iglesia de la Inmaculada es Bien de Interés Cultural desde el 29-10-01.

Linares se localiza, a 1.311 metros, sobre un montículo en el fondo del profundo valle del río Linares, dominado por el Monegro (1.946 m) al oeste, los altos de Cespedosa (1.779 metros) al este y la Sierra Férriz (1.774 metros) al sur, en un marco muy montañoso, caracterizado por las abruptas pendientes tapizadas por pinares de pino silvestre y laricio.

Como curiosidades naturales cabe citar las antiguas minas de minerales de cobre y cinc, la sima kárstica existente en la uvala de La Cespedosa y los grandes deslizamientos que afectan a las laderas del valle del Linares, todas ellas ligadas al patrimonio geológico y geomorfológico.

Por otra parte, desde el punto de vista vegetal y mucho más conocidos son sus pinos ilustres, el de San Bernabé, el Obrado o el Escobón, incluido en el inventario de árboles monumentales de Aragón por sus casi 30 metros de altura y 5 metros de diámetro; el precioso acebal del barranco de las Torres y el interesante enclave botánico situado en el deslizamiento de La Cerrada de la Balsa.

El amplio término de Linares de Mora está lleno de masías, hasta 89 a comienzos del siglo XX, momento en el cual alcanzó su población máxima, 1592 habitantes, cifras que han ido descendiendo hasta la actualidad, pues pese a contar con Castelvispal como anejo posee 311 habitantes.

Sin embargo, el rico patrimonio artístico nos recuerda la importancia histórica del lugar.

Durante la Edad Media dependió de la orden militar del Temple, hasta que en el siglo XIII fue donado al Cabildo de La Seo de Zaragoza. De esta época se conservan las ruinas de muros y torreones del castillo, el puente y parte del recinto amurallado, con sus Portales Alto y Bajo, reforzado durante las guerras carlistas. Existen varios caserones de los siglos XVI-XVII, algunos con facturas platerescas, el antiguo hospital, las preciosas fuentes, una de ellas también lavadero, y el ayuntamiento (ss. XVII-XVIII) adornado con rejería de hierro fundido. No obstante, destaca por encima de todo su gran iglesia de la Inmaculada (s. XVIII) de original campanario exento, que guarda en su interior las valiosas joyas de la Cruz procesional (ss. XIV-XV), el tríptico flamenco esmaltado de Maret (s. XVI) y las pinturas al fresco (s. XVIII). También hay que citar varias ermitas del siglo XVIII: Santa Bárbara, Santa Ana y el Loreto, esta última construida en un bonito rincón junto al río Linares.


Ermita de Santa Ana


Fotografía vista: Pinterest. Linares de Mora
Fotografía ermita: foto postal. todocolección.net

Texto: Los pueblos de la comarca de Gúdar-Javalambre
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA, 2004



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Calle San Miguel nº 8, Teruel


Calle San Miguel nº 8
Centro Histórico, Teruel


16 viviendas, bajos comerciales y garajes. Constructor: Elías Játiva, promotor: Andrés Ortíz, 1981

Fotografía: Alfonso Utrillas Navarrete, 13/02/2020


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Calle San Juan nº 18, Teruel



Calle San Juan nº 18
Centro Histórico, Teruel


Fotografía: Alfonso Utrillas Navarrete, 13/02/2020


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Camarena de la Sierra, Teruel




Camarena de la Sierra, Teruel


Camarena de la Sierra es un municipio turolense que pertenece a la comarca de Gúdar-Javalambre y está situado a una altitud de 1.294 metros por encima del nivel del mar.

Se halla enclavada en la vertiente occidental, la más abrupta, de la Sierra de Javalambre. El paisaje que lo rodea, es, posiblemente, el más genuino de alta montaña en toda la provincia de Teruel.  Aquí nace el Río Camarena, afluente del Río Turia por su margen izquierda, rico en truchas y en cangrejos y el Río Eva. 

Posee importantes bosques de pino albar y negral, de gran valor económico y paisajístico. También crecen en su término sabinas, carrascas y arces. En los altos de la Sierra se encuentran valiosos endemismos botánicos. También existe una rica fauna silvestre.


Texto: cuentatuviaje.net
Foto postal en b/n, años 1960
Fotografía color actual, Escapada Rural


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Aguatón, Teruel



Aguatón, Teruel


Lugar con ayuntamiento, de la provincia, administración de rentas y diócesis de Teruel, partido judicial de Albarracín, audiencia territorial y capitanía general de Zaragoza. Situado en paraje montuoso sobre la cordillera que hay a la derecha del río Cella, bien ventilado y sano a pesar de la frialdad del clima. Tiene 53 casas; una escuela elemental de instrucción primaria bajo la dirección de maestro examinado, dotado por los fondos del común con 36 fanegas de centeno, a la que concurren 37 alumnos; otra escuela de niñas en la que se enseñan a estas las labores propias de su sexo, y una parroquia erigida en el año 1777, cuya iglesia bajo la advocación de la Exaltación de la Cruz, es de orden compuesto con 9 altares, y una torre con reloj, sirve el culto un cura propio: el cementerio está a un extremo de la población. Dentro de esta hay una abundante fuente de delicadas aguas, de la que se surten los vecinos, y otras por los alrededores, contribuyendo todas a aumentar el pequeño arroyo que cruza por las calles del pueblo. No muy separado de este, hay una ermita, donde se venera la imagen de la Virgen del Castillo, por ser tradición haberse encontrado aquella en un castillo, cuyas ruinas se ven al pie de la ermita. Todos años en los días 13 y 14 de septiembre celebra su fiesta una cofradía compuesta de los vecinos de los 5 pueblos inmediatos. Confina el término por el N. con Argente, por el E. con el de Camañas, por el S. Con Torrelacárcel, y por el O. con los de Bueña y Singra. Se extiende una hora y media a lo largo y media hora a lo ancho. El terreno, aunque de buena calidad, es todo secano. Se cultivan 500 fanegas. Parte forma un carrascal, útil sólo para el combustible, y parte sirve para el pasto de los ganados.


Diccionario geográfico-estadístico-histórico Madoz
Madrid, 1845-1850



Fotografía aérea: turismodearagon.com


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domingo, 23 de febrero de 2020

Gudar, Teruel




Gudar, Teruel


En pleno corazón de la sierra, a 1.581 metros de altitud, se localiza el pueblo que le presta el nombre.

A 65 km de Teruel y accesible desde la N-234 a través de Mora y Alcalá, y desde la carretera Teruel-Cantavieja a través de Allepuz, se trata de una pequeña población que cuenta en la actualidad con apenas 76 habitantes y que como las del resto de la comarca ha sufrido los efectos de la emigración a lo largo de todo el siglo XX.

Lo más sorprendente de Gúdar es su emplazamiento. El pueblo se asienta sobre un espolón rocoso que a modo de gran proa de barco se yergue sobre la montaña. Desde allí las vistas son excelentes. Enfrente destacan la Muela y el Cerro del Herrador. Por debajo, entre cultivos, praderas y pinares, discurre el denominado río Blanco, tramo alto del río Alfambra que se dirige hacia el norte, antes de dibujar una gran curvatura en Galve y cambiar de sentido hacia Teruel.

En el casco urbano, además de varios caserones del siglo XVI, podemos contemplar la iglesia neoclásica de Santa Bárbara (s. XVIII) con su espléndido retablo manierista, y, dominándolo todo, en lo alto del cerro de La Peña, la antigua ermita de origen medieval de Santa Magdalena.



El término municipal de Gúdar, con sus 60,8 km2, abarca casi hasta la cumbre de Peñarroya y está cubierto por densos pinares y verdes pastizales, paisaje húmedo típico de montaña con rincones pintorescos, surcado de abundantes fuentes como la de Los Caños, La Teja y la del Cura. Está salpicado de numerosas masías, auténticas joyas de la arquitectura popular en la partida de Motorrita, donde se ha practicado su actividad económica por excelencia, la ganadería. Famoso es Gúdar porque en sus tierras y de la mano de Don Bernabé Cabañero se gestó la “oveja cartera”, raza autóctona y muy preciada de ganado ovino, de lana entrefina, bien adaptada al entorno ecológico de estas sierras y hoy, lamentablemente, en franca regresión.



Fotografías color: Ayuntamiento de Gudar

Fotografía b/n: Instituto de Estudios Turolenses
Francisco López Segura, 15/08/1958

Texto: Los pueblos de la comarca de Gúdar-Javalambre
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA, 2004


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sábado, 22 de febrero de 2020

Fósiles de mar en Fuentes de Rubielos, Teruel

Yacimiento de los Arcillares

Fósiles de lirios de mar en Fuentes de Rubielos


La provincia de Teruel esconde tesoros paleontológicos en los lugares más insospechados, y no solo de dinosaurios sino de animales mucho más pequeños cuyo estado de conservación es tan excepcional que su estudio abre las puertas a nuevos conocimientos científicos sobre cómo era la vida en el pasado. Eso ha ocurrido con unos fósiles de crinoideos, lirios de mar, encontrados en Fuentes de Rubielos en el año 2017 y cuyo análisis con tecnología punta en EEUU ha permitido ver por primera vez el sistema nervioso que tenían estos organismos.

El hallazgo se publicó a finales del año pasado en la prestigiosa revista científica Paleontology en un trabajo firmado por los paleontólogos Samuel Zamora, del Instituto Geológico y Minero de España y profesor colaborador de la Universidad de Zaragoza, y James Saulsbury, de la Universidad de Michigan en Estados Unidos.

Lo que encontraron estos paleontólogos en Fuentes de Rubielos fueron unos fósiles de crinoideos de hace 125 millones de años, de una especie hoy extinta por completo perteneciente al grupo de los equinodermos, una amplia familia que hoy sigue poblando los fondos marinos y entre los que se encuentran los erizos y las estrellas de mar, además de los lirios de mar.

Los lirios de mar son esos organismos que se pueden ver en los documentales sobre la vida marina que tienen un aspecto ramificado y que se ondean como si fueran estrellas emplumadas.

Haber encontrado fosilizado el sistema nervioso en los restos hallados en Fuentes de Rubielos permite compararlo con el de los crinoideos actuales para conocer su evolución, algo que nunca antes se había conseguido.

Samuel Zamora, buen conocedor de la riqueza paleontológica turolense, y que ganó hace unos años el Premio Internacional de Paleontología Paleonturología que convoca la Fundación Dinópolis, se topó con el yacimiento de Fuentes de Rubielos gracias a un aficionado de Teruel, Joaquín Espílez. “Le llamó la atención la presencia de estos fósiles en la zona”, asegura, y aclara que “sin su colaboración este trabajo nunca se hubiera podido hacer”.

Zamora cuenta que todo se inició en 2016 cuando uno de los mayores especialistas en crinoideos actuales y fósiles, Tomasz Baumiller, de la Universidad de Michigan, le visitó. “Trabajamos con varias colecciones durante días y decidió mandar un año después a dos de sus estudiantes para que colaboraran con nosotros en diferentes aspectos”, cuenta el científico. Uno de ellos era James Saulsbury con quien ha publicado ahora el artículo en Paleontology.

Este proyecto está financiado por el Gobierno de Aragón a través del Grupo Aragosaurus de la Universidad de Zaragoza, con el que Zamora colabora desde hace años en la reconstrucción de los ecosistemas marinos antiguos, sobre todo a partir de invertebrados fósiles.


Diario de Teruel
Francisco Javier Millán, 4/02/2020


turoliense.aun2020



Fuentes de Rubielos, Teruel



Fuentes de Rubielos, Teruel


Ya en los confines de la provincia de Teruel con la de Castellón se encuentra la localidad de Fuentes de Rubielos, hasta la que podemos acceder a través de la carretera comarcal 232, a 20 km de Mora y más allá de Rubielos.

El pueblo se ubica a 962 metros de altitud, sobre un pequeño cerro que domina el terreno circundante, y la extensión municipal es de casi 39 km2.



De los 895 habitantes de derecho existentes en el año 1900, pasó a 560 en 1950 y a 104 en 2002, aunque esta cifra refleja una cierta recuperación demográfica con respecto a la década de los 80 y 90.

Fuentes de Rubielos cuenta con un entorno natural interesante que ha permitido, en los últimos años, el desarrollo de actividades relacionadas con el turismo rural, aprovechando sus rentas de situación con respecto a la Comunidad Valenciana y a otros núcleos turísticos de gran atractivo. Entre las distintas posibilidades pueden citarse las bellas panorámicas de la Sierra de Gúdar y de la depresión del Mijares que se pueden disfrutar desde sus altozanos, senderismo y baños en las riberas de su espectacular río Morrón y agradables paseos por sus pinares, sabinares, rebollares y carrascales.

En su catálogo histórico-artístico se incluyen los restos de una antigua iglesia gótica (ss. XIV-XV), la parroquia barroca de la Asunción, con un par de importantes lienzos del siglo XVII, la ermita gótica de la Magdalena del XV –con su retablo del XVI– y la ermita de Santa Isabel, construida en el siglo XVI sobre las ruinas de un viejo castillo.


Fotografía vista: Teruel Si Existe, Jordi Gironés
Fotografía aérea: Patrimonio Mediebal

Texto: Los pueblos de la comarca de Gúdar-Javalambre
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA, 2004



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