jueves, 13 de febrero de 2020

Portada de la iglesia de San Pedro, Alcañiz




Monumentos arquitectónicos de la provincia de Teruel


Alfonso el Batallador, poco después de la conquista de Zaragoza, venció a los moros que poblaban la antigua Alcanit, importante población árabe situada a unos tres kilómetros del Alcañiz moderno, aguas arriba y a la izquierda del Guadalope.

La fundación de Alcañiz comenzó en 1119, como era natural por el castillo, que desde luego pasó a ser residencia de la orden de Calatrava.

Al abrigo y defensa del castillo se edificó la población. La primera de sus iglesias parroquiales fue dedicada a San Pedro. Las otras se titularon de Santa María, San Juan y Santiago. Elevada la de Santa María a Colegiata por el Papa Benedicto XIII en el año 1407, a instancias de San Vicente Ferrer, se la declaró al mismo tiempo única parroquia.

Nuestro grabado representa la portada del primitivo templo parroquial de Alcañiz dedicado como dejamos dicho a San Pedro.

Respecto a su antigüedad no puede dudarse. Corresponde a la primera mitad del siglo XII.

Es un precioso ejemplar de aquella arquitectura, que empezó tomando el nombre de los accidentes secundarios según las localidades, y que después se calificó por los elementos constitutivos a que debe su modo de ser propio.

La arquitectura románica es quizá, de entre todas, la que más denominaciones gratuitas ha recibido, pues desde el que la llamó gótico-germánica, de mazonería, de crestería y gótica moderna, para distinguirla de greco-romana, hasta el que la calificó de antigualla gótica, ha sufrido tantos nombres de pila cuantos han sido los que se ocuparon de ella en lejanas épocas.

A la arqueología se debe que el estilo de la preciosa portada de San Pedro que reproducimos, llamado lombardo en Italia, normando en Francia, sajón en Inglaterra y teutónico en Alemania, estilo que precediendo al ojival continuó desde el siglo VIII hasta el XIII, uno en el fondo pero diverso en los detalles, según las revoluciones sociales que necesariamente habían de afectar sus formas, a la arqueología, repetimos, se debe el que después de estudiado el fin de los monumentos, conocidos sus orígenes y determinados sus cambios, se haya designado con el nombre de románico al estilo propio de los edificios anteriores al siglo XIII, por más que haya escritores de nota que sostienen que debe llamarse romano bizantino, de cuya opinión no disentimos en absoluto.

Como no es nuestro ánimo entrar a discutir este punto, nos limitamos a presentar ejemplar tan curioso del mencionado estilo en la seguridad de que aquellos de nuestros lectores que sean amantes de las bellas artes encontrarán, tanto en el conjunto de la portada de San Pedro, como en los detalles de sus columnas, arcos superpuestos, archivoltas, etc., un bonito specimen de la mencionada arquitectura.

Lástima grande es que nuestro país se halle tan exhausto de recursos y que no existan medios de acometer la restauración de preciados monumentos, apenándose el espíritu más fuerte al ver cómo van desapareciendo inestimables joyas que constituyen los más ricos eslabones de la preciosa cadena que forma la brillante historia de la arquitectura española.

El Ayuntamiento de la ciudad de Alcañiz está en el deber de procurar la conservación de esos restos de nuestra anterior grandeza, no solamente por su mérito artístico, sino también por lo que representan.


Arte y Letras
Revista mensual de Amigos del Arte
Teruel, julio de 1933


turoliense.aun2020



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