viernes, 28 de febrero de 2020

Mosqueruela, Teruel



Mosqueruela, Teruel


Lindando ya con la comarca del Maestrazgo y con la provincia de Castellón, posee en la actualidad 721 habitantes, ni siquiera una cuarta parte de los 3.103 que llegó a alcanzar en el año 1900.

Asentada en una pequeña elevación que domina un amplio valle de fondo muy plano, es otro tesoro arquitectónico, testigo de un pasado esplendoroso, que se remonta hasta los albores de la historia. Sus abrigos con manifestaciones de arte rupestre han sido recientemente declarados Bien de Interés Cultural (BOA, 10-01-2003) y posee abundantes yacimientos arqueológicos.

Alardea del título de “villa” y no en vano, puesto que fue distinguida dentro del conjunto de aldeas de la antigua Comunidad de Teruel, encabezando las disputas contra la ciudad. Su muralla (ss. XII-XIII), muy bien conservada con sus portales de San Roque, el Hospital, el Postigo o el de Teruel, encierra un urbanismo singular, conjunto Histórico-Artístico desde 1982 (BOE, 21-09-1982).

Uno de los monumentos más relevantes es la iglesia gótica de la Asunción (s. XIV), remodelada en el XVIII al gusto barroco, pero que mantiene la portada original y en una de cuyas antiguas sacristías, protegida por una preciosa reja, se encuentra el Archivo de la Comunidad de Teruel. El hospital gótico-renacentista, el denominado palacio de Don Jaime (XV-XVI) adornado con ventanas conopiales, la antigua iglesia de Santa Engracia (s. XVI), con portada plateresca y acondicionada como actual Casa de Cultura, el ayuntamiento del siglo XVII, el torreón y las casonas situadas en las calles Mayor y Ricos Hombres, son sus edificios más sobresalientes. Curiosa es la fuente (s. XVIII) junto al gran lavadero a la entrada de la población.

Pero lo que más sorprende de Mosqueruela es la homogeneidad de su casco histórico, la buena conservación de viejos elementos constructivos –arcadas, aleros, forjas, hornacinas, ventanas y puertas–, el encanto de los soportales y el buen gusto, en general, con el que se han rehabilitado las viviendas.

Dispersas por el término municipal se localizan las ermitas de El Carmen, San Antonio, el Loreto, San Lamberto y, sobre todo, el Santuario de la Estrella (s. XVIII), que constituye uno de los puntos tradicionales de peregrinación de esta comarca y limítrofes el último domingo de mayo.

Mosqueruela contaba nada menos que con 270 masías habitadas en los años 40, algunas de ellas verdaderas casas solariegas, otras dotadas de torres almenadas, otras de factura más popular, pero que constituyen otro exponente importante del patrimonio arquitectónico y cultural, junto con las abundantes obras de piedra seca –linderos, bancales, casetos–, entre los que destacan las Casetas del Gavieso.

El término municipal es tan extenso (265 km2 ) que se halla dividido en cinco partidas, cada una con las peculiaridades derivadas de rasgos geográficos muy contrastados. Al noroeste, las altitudes rozan los 2.000 metros en el Cerro del Hornillo y es una zona de frondosos pinares, llanos y elevados, que poseen nombres tan elocuentes como el del Pinar Ciego, donde nacen los barrancos de la Valtuerta y de Pellejeros. Al este, la Rambla de las Truchas se encaja en un precioso cañón ameandrado que labra el perímetro de las altas Muelas del Milano, La Moleta, La Loma de la Higuera. Al sur, el Arroyo Majo y el río Monleón se hunden profundamente entre escarpados riscos cubiertos de pinos, y gigantescas carrascas y rebollos, creando los espectaculares paisajes del castillo islámico del Mallo o de la aldea de La Estrella.

Buena parte de los territorios enumerados constituyen viejas depresiones kársticas –poljes–, relacionados con procesos de disolución superficial y drenaje subterráneo, que en la actualidad han sido capturadas por una red fluvial normal vertiente hacia el Ebro o hacia el Mediterráneo. Todavía se conservan zonas de drenaje difícil, con sumideros o simas que conectan con conductos internos. Esto ocurre en la cabecera de los Pellejeros, en el Bojar, en el mismo plano de Mosqueruela, en cuyo fondo afloran las calizas corroídas y hacia Puertomingalvo. La originalidad e importancia de estos paisajes ha merecido la catalogación de los denominados “poljes de Mosqueruela” como punto de interés geológico de Aragón por parte de la DGA.


Foto postal b/n años 1960

Texto: Los pueblos de la comarca de Gúdar-Javalambre
MARÍA VICTORIA LOZANO TENA, 2004


turoliense.aun2020



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