sábado, 22 de febrero de 2020

Fósiles de mar en Fuentes de Rubielos, Teruel

Yacimiento de los Arcillares

Fósiles de lirios de mar en Fuentes de Rubielos


La provincia de Teruel esconde tesoros paleontológicos en los lugares más insospechados, y no solo de dinosaurios sino de animales mucho más pequeños cuyo estado de conservación es tan excepcional que su estudio abre las puertas a nuevos conocimientos científicos sobre cómo era la vida en el pasado. Eso ha ocurrido con unos fósiles de crinoideos, lirios de mar, encontrados en Fuentes de Rubielos en el año 2017 y cuyo análisis con tecnología punta en EEUU ha permitido ver por primera vez el sistema nervioso que tenían estos organismos.

El hallazgo se publicó a finales del año pasado en la prestigiosa revista científica Paleontology en un trabajo firmado por los paleontólogos Samuel Zamora, del Instituto Geológico y Minero de España y profesor colaborador de la Universidad de Zaragoza, y James Saulsbury, de la Universidad de Michigan en Estados Unidos.

Lo que encontraron estos paleontólogos en Fuentes de Rubielos fueron unos fósiles de crinoideos de hace 125 millones de años, de una especie hoy extinta por completo perteneciente al grupo de los equinodermos, una amplia familia que hoy sigue poblando los fondos marinos y entre los que se encuentran los erizos y las estrellas de mar, además de los lirios de mar.

Los lirios de mar son esos organismos que se pueden ver en los documentales sobre la vida marina que tienen un aspecto ramificado y que se ondean como si fueran estrellas emplumadas.

Haber encontrado fosilizado el sistema nervioso en los restos hallados en Fuentes de Rubielos permite compararlo con el de los crinoideos actuales para conocer su evolución, algo que nunca antes se había conseguido.

Samuel Zamora, buen conocedor de la riqueza paleontológica turolense, y que ganó hace unos años el Premio Internacional de Paleontología Paleonturología que convoca la Fundación Dinópolis, se topó con el yacimiento de Fuentes de Rubielos gracias a un aficionado de Teruel, Joaquín Espílez. “Le llamó la atención la presencia de estos fósiles en la zona”, asegura, y aclara que “sin su colaboración este trabajo nunca se hubiera podido hacer”.

Zamora cuenta que todo se inició en 2016 cuando uno de los mayores especialistas en crinoideos actuales y fósiles, Tomasz Baumiller, de la Universidad de Michigan, le visitó. “Trabajamos con varias colecciones durante días y decidió mandar un año después a dos de sus estudiantes para que colaboraran con nosotros en diferentes aspectos”, cuenta el científico. Uno de ellos era James Saulsbury con quien ha publicado ahora el artículo en Paleontology.

Este proyecto está financiado por el Gobierno de Aragón a través del Grupo Aragosaurus de la Universidad de Zaragoza, con el que Zamora colabora desde hace años en la reconstrucción de los ecosistemas marinos antiguos, sobre todo a partir de invertebrados fósiles.


Diario de Teruel
Francisco Javier Millán, 4/02/2020


turoliense.aun2020



No hay comentarios:

Publicar un comentario