viernes, 24 de abril de 2020

Suspendidas las Fiestas del Angel, 2020




Suspendidas las Fiestas del Angel, 2020


La Vaquilla vivirá su séptima suspensión en casi 80 años: no se celebró seis veces por la guerra y ahora por el Covid-19.

El Ayuntamiento de Teruel, Interpeñas y la Soga y la Baga decidieron ayer por unanimidad suspender las Fiestas del Ángel 2020 después de analizar la situación excepcional creada por la pandemia de coronavidus Covid-19 y constatar la imposibilidad de llevar a cabo una fiesta multitudinaria. El presupuesto municipal destinado a este evento, que se  hubiera celebrado del 3 al 13 de julio, ronda los 300.000 euros, que ahora se destinarán a atender las necesidades sociales y económicas derivadas de la crisis.

Las Fiestas del Ángel se han celebrado ininterrumpidamente desde 1942, tras un paréntesis de 6 años motivado por la guerra civil. En el siglo XX, también se prohibieron en 1908 y entre 1927 y 1930.

En un comunicado conjunto emitido por las tres entidades tras mantener una reunión telemática a primera hora de la mañana, indicaron que “consideran imposible la celebración de las fiestas en esta situación de emergencia sanitaria”, en la que la prioridad es velar por la seguridad y la salud de las personas. “Son fiestas con actos multitudinarios, que se viven en la calle y en las que la cercanía física entre las personas es inevitable”, añadieron.


La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, indicó que la reunión había servido para constatar un hecho: “que es imposible la celebración de la Vaquilla”. “En estos momentos y durante muchos meses, no van a estar permitidas las concentraciones multitudinarias y la Vaquilla es eso, miles de personas disfrutando en la calle y pasándolo bien. No se entiende una Vaquilla diferente”, agregó.

Por estas circunstancias, “y porque la Vaquilla es en julio o no es”, tampoco se valoró la posibilidad de celebrar las fiestas en otras fechas, aunque en declaraciones anteriores la alcaldesa había apuntado esta posibilidad.


Diario de Teruel
Alicia Royo
Teruel, 24/04/2020


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viernes, 3 de abril de 2020

Altar mayor de la iglesia del Salvador, Teruel



Altar mayor de la iglesia del Salvador


Fotografía: Organización Sindical 
Archivo Histórico Provincial de Teruel, AHPTE


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miércoles, 1 de abril de 2020

lunes, 30 de marzo de 2020

Pinturas y grabados, Camino del Hipólito, Calaceite



Pinturas y grabados 
Camino del Hipólito, Calaceite



Lámina 32ª

Fig. 39  Camino del Hipólito (Calaceite).
        A un kilómetro escaso de la Valrobira formase un pequeño vallecillo afluente al barranco anterior ese cuyo origen brota una fuentecilla y a su lado existen unas rocas que poseen pinturas en negro y grabados en la entrada de un cobacho.
        Vista del nacimiento del valle.
1  Fuente.
2  Lugar de las pinturas.
3  Entrada del cobacho.



Catálogo Artístico-monumental de la provincia de Teruel
Juan Cabré Aguíló, 1909-1910


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sábado, 28 de marzo de 2020

martes, 24 de marzo de 2020

Albarracín Histórico


Albarracín Histórico


Descripción

Albarracín es un núcleo urbano que se comunica con las ciudades de Teruel, Valencia, Cuenca y Zaragoza. Se sitúa en la cuenca del río Guadalaviar, en el sistema ibérico y más concretamente en la Sierra de Albarracín. Gracias a esta situación geográfica su entorno constituye un paraje geológico y natural de gran belleza y relevancia.

La Sierra de Albarracín fue poblada en el periodo Epipaleolítico por cazadores y recolectores que dejaron testimonios como las pinturas rupestres de estilo levantino halladas en Albarracín e incluidas en la declaración de Patrimonio Mundial del arte rupestre levantino. Esta declaración propició la creación del Parque Cultural de Albarracín.

Hacia el siglo II a. C. se produce la romanización de asentamientos celtibéricos de la zona. De esta época se conserva parte trazado de arquerías y galerías excavadas en la roca de  un acueducto romano que comunicaba Albarracín con el municipio de Cella, construido probablemente durante el siglo I.

Parece estar constatado la fundación de la ciudad de Albarracín sobre una villa romana  que contó en época visigoda con una iglesia dedicada a Santa María. La Iglesia de Santa María de Levante fue sustituida por otra de fábrica medieval y levantada de nueva planta en 1567 por Quinto Pierres Vedel.

Fue gobernada por los Beni Razín durante la dominación musulmana. Testimonios de este periodo histórico son el torreón del Andador, la Alcazaba y la torre del Agua. La Edad Media será uno de los periodos de mayor desarrollo económico y arquitectónico. Destacan la muralla, cuyos restos más antiguos datan del siglo XI, y el castillo de El Andador. La Catedral de El Salvador se construyó en el siglo XIII en estilo gótico y se reformó en el siglo XVI. Anexo a la catedral se edificó el Palacio episcopal cuya actual fachada de estilo barroco, se incorporó en el siglo XVII.

Durante la Edad Moderna, fruto del desarrollo económico de la ciudad se construyen  caserones y palacetes hoy conservados. Los más importantes se encuentran en torno a la plaza de Santa María, hoy plaza Mayor, como son la Casa Consistorial o la casa de Jun Gómez. De la plaza parte la calle de Azagra, en la que se disponen las denominadas "casas colgantes" y tres importantes casas señoriales: la casa de los Dolz de Espejo, el palacio de los Navarro de Arzuriaga y la casa de la Brigadiera, convertida en el actual Hotel Albarracín. En cuanto a arquitectura religiosa de este periodo destacan el monasterio de San Bruno y el de San Esteban.

Entre los siglos XVII y XVIII se construyen además la iglesia de Santiago muy cerca de la Fuente medicinal del "Chorro" y la ermita de la Vega que conserva en su interior la talla de una Virgen románica. Barroco es también el colegio de Los Escolapios.

Es de destacar la existencia de importantes instituciones como el Museo del juguete, el Museo Diocesano y la labor actual realizada por la Fundación Santamaría en la restauración de su patrimonio arquitectónico.


Historia

Origen, Siglo VII a. C.

Durante el Epipaleolítico, hacia el año 6000 a. C., se asientan en la sierra de Albarracín pueblos cazadores y recolectores. Durante la I Edad del Hierro, tras la revolución neolítica, se crean los primeros núcleos poblacionales en el territorio y el desarrollo de industrias cerámicas y la agricultura.

Siglo VI a. C. al Siglo I a. C.

Se tiene constancia de poblamientos celtibéricos ente el siglo VI y el siglo I a.C., como el denominado Lobetum, en el centro de la Sierra de Albarracín.

Siglo I a. C. al Siglo VII d. C.

Tras la toma de Numancia por los romano en el año 133 a. C. se produce la romanización de la zona. La Actual Albarracín se levanta sobre una Villa romana. Durante el reinado de los Visigodos se edificó un templo dedicado a Santa María, por lo que la población pasó a llamarse, según fuentes literarias, Santa María de Levante.

Siglo VIII al Siglo XI

En el año 711 se produce la invasión musulmana de la Península y la desaparición del reino Visigodo. En la Sierra de Albarracín, debido a su situación geográfica, se asientan un grupo de bereberes de la tribu de Ibn Razín, del que tomará el nombre la nueva Albarracín, pasando a llamarse Santa María de Ibn Razín. Se convertirá en un reino independiente del califato de Córdoba.  Su último dirigente árabe será Abdelmélic, que consiguió mantenerla como reino libre. El Cid y Jaime I el Conquistador intentaron entrar en ella sin éxito. Serán los Almorávides quienes consigan unirla al reino de Valencia en el siglo XI.

Siglo XII al Siglo XVII

Tras la conquista cristiana de la Zona pasa a ser propiedad del señor navarro Don Pedro Ruiz de Azagra, en 1170. Su familia osténto el gobierno de la ciudad hasta el siglo XIII, cuando el rey de Aragón Pedro III ocupa la ciudad y desposee del señorío a los Azagra. Se dotó a Albarrcín de un fuero semejante al de la ciudad de Teruel.
Pedro IV de Aragón la incorporó a sus dominios en el siglo XIII y su sucesor Juan II le concedió el título de Ciudad. Tras enlaces y alianzas matrimoniales pasara a pertenecer en el siglo XIV, a la corona de Aragón. Será Felipe II quien decide acabar con el foralismo de Albarracín en 1598.

Siglo XIX al Siglo XX

Los franceses entrarán en Albarracín en 1809. Tras la invasión francesa su prospera economía se resiente, desapareciendo gran parte de su industria.
La Guerra Civil española incrementará aún más la decadencia de la zona.

Declaración, Siglo XX (1961)

La ciudad de Albarracín fue la primera ciudad de Aragón en ser declarada conjunto monumental. Dicha declaración se llevó a cabo mediante el Decreto 1234/1961, de 22 de junio, del Ministerio de Educación Nacional, que fue publicado en el Boletín Oficial del Estado el 20 de julio de 1961.

Siglo XXI

Actualmente Albarracín es un núcleo de gran actividad industrial, sobre todo maderera y gran desarrollo del sector servicios y turístico.

Declaración, Siglo XXI (2011)

El Boletín Oficial de Aragón del día 30 de mayo de 2011 publica la Orden de 18 de abril de 2011, por la que se delimita el conjunto histórico de Albarracín (Teruel) y su entorno de protección.


Bibliografía

ALMAGRO, A.; JIMÉNEZ, A.; PONCE DE LEÓN, P. Albarracín: El proceso de restauración de su patrimonio histórico, Fundación Santa María de Albarracín, Albarracín, Teruel, 2005.

MOZOTA, J. P. Albarracín: ciudad histórica y monumental, Ediciones Sicilia, Zaragoza, 1994.

VV. AA. Albarracín, guía de la ciudad, Ed. Ambit, Barcelona, 2001.

VV. AA. Albarracín y los Montes Universales, Colección Rutas CAI - Nº 3 Ed. CAI – PRAMES, Zaragoza, 2003.




Albarracín Recinto Fortificado


Descripción

Albarracín nació como una pequeña aldea preislámica en torno a la iglesia prerrománica de Santa María. Desde sus orígenes ha estado marcada por su ubicación, siendo determinante su potencial como lugar defensivo. Su recinto amurallado, fruto de diversas ampliaciones, rodea completamente el casco histórico de la localidad.

En torno al año 965, durante la ocupación musulmana, se desarrolla el primer recinto defensivo. Comprendía la iglesia de Santa María y el Alcázar.

Del alcázar musulmán, situado en uno de los extremos de la población dominando el río Guadalaviar, se conservan los restos de los basamentos de la muralla y de los torreones. Tipológicamente se le puede incluir dentro del grupo de castillos-recinto. El Castillo quedaba protegido por tres puertas de las que solo se conserva con claridad la puerta actual insertada en el mismo recinto. Cuenta con once torres de planta circular y una de planta cuadrada. En el nivel superior se encuentra la residencia principal entorno a un patio, bajo el que se localiza un gran aljibe. Al Norte del patio ha aparecido parte de un baño musulmán. En la zona Sur del recinto pudo localizarse el barrio musulmán.

También de finales del siglo X data la Torre del Andador, que en principio fue una torre albarrana, que se incluyó en el recinto fortificado a comienzos del siglo XI, cuando el aumento de población y la conversión de la ciudad en capital de la taifa gobernada por los Banu Razin, hizo necesaria una ampliación de la muralla. A causa de la gran ampliación el primitivo portal de Hierro quedo dentro del nuevo recinto en el que se abrieron tres portales: al este, el Portal de Teruel, hoy desaparecido; al oeste, el Portal de Molina; y al sur, el Portal del Agua.

El Portal de Molina está formado por dos torreones de planta cuadrada y entre ambos un arco de medio punto de gran dovelaje de sillería. El Portal del Agua, construido para facilitar una salida semioculta de la ciudad en caso de asedio o necesidad de abastecimiento de agua, está adosado a uno de los torreones de la muralla y protegida originalmente por la Torre de la Muela (actualmente no conservada). Consta de un arco de sillería de medio punto hacia el exterior y arco rebajado al interior. Sobre el arco se dispuso una pequeña edificación de cuerpo de guardia, con balcón hacia el exterior y galería intramuros; una escalera desde el interior del recinto permite el acceso al torreón contiguo, de planta cuadrada y gruesos muros de mampuesto rematados con almenas.

En 1169 pasa a manos de los Azagra que la mantendrán hasta 1284, cuando Pedro III conquista Albarracín. En este momento el recinto fue rehabilitado en su mayor parte, algo que también ocurrió bajo los reinados de Jaime II, Pedro IV y, en menor medida, de Fernando el Católico. Su importancia defensiva se perdió en el siglo XVIII, cuando Felipe V desmanteló la fortaleza.

Del siglo XIII data la Torre Blanca situada junto a la iglesia de Santa María. Con ella se completó el sistema defensivo de la ciudad.

Será en el siglo XIV cuando se lleven a cabo importantes obras de rehabilitación por Pedro IV. Se acondicionaron las murallas anteriores y se prolongaron hacia el Noreste. Se hicieron en mampostería, con muros de 1,60 metros de espesor y 12 de altura, los torreones prismáticos están separados por unos 40 metros y tienen una altura de 16 metros. De esta etapa son los restos que hoy se contemplan.


Historia

Construcción original, Siglo X

En torno a una aldea preislámica, cuyo núcleo era la iglesia de Santa María, se desarrolla en el siglo X el primer recinto defensivo, que comprendía la citada iglesia, el alcázar, una torre albarrana (Torre del Andador) y la puerta de entrada (Portal de Hierro). La dinastía de los Banu Razín, de origen bereber, se estableció en la zona en torno al año 965 en tiempos del califa Alhakan II. En el siglo X se menciona el castillo pero en los siglos XI y XII la población ya tenía categoría de medina encuadrada en la Marca Media del califato.

Ampliación, Siglo XI

En el siglo XI se produce una ampliación del perímetro amurallado, quedando la fortificación anterior intramuros del nuevo recinto, en el que se abrieron tres portales: el de Teruel, hoy desaparecido, el de Molina y el del Agua.

Rehabilitación, Siglo XIII

Tras la descomposición del califato, en 1104 fue ocupada por los almorávides y en 1145 pasó a depender de la taifa de Valencia. En 1169 por acuerdo del rey Lobo de Valencia o por acuerdo de los reyes Alfonso de Aragón y Sancho IV de Navarra pasó al señor de Estella, Pedro Ruiz de Azagra. Los Azagra mantuvieron la posesión de Albarracín hasta 1284 en que Pedro III la conquistó. Es a partir de esta fecha, sobre todo en el siglo XIV cuando se llevan a cabo las principales obras de rehabilitación del conjunto, especialmente de la muralla.

Proyecto de demolición, Siglo XVIII

Su importancia defensiva se perdió en el siglo XVIII, cuando Felipe V desmanteló la fortaleza. Felipe V abolió los fueros de Aragón y mandó desmantelar el castillo, aunque no las murallas y las torres principales, como la del Andador o la de Doña Blanca.

Restauración, Siglo XX (1984)

En 1984 el Gobierno de Aragón inicia trabajos de restauración en el lienzo norte de la muralla y se recuperan por completo los muros oeste y sur. En el lienzo norte se remataron los coronamientos; en el lienzo occidental se repararon los remates y una esquina interior de la primera torre que se encontraba derrumbada; en la torre de la puerta de Molina se sustituyó la cubierta y se abrieron las almenas. El paño más meridional del lienzo se encontraba enterrado y se procedió a su desescombro. El arquitecto Antonio Almagro Gorbea dirigió la obra, cuyo presupuesto de ejecución fue de 210.891,50 euros.

Restauración, Siglo XXI (2000)

El Gobierno de Aragón interviene y realiza restauraciones puntuales en el Castillo.

Declaración, Siglo XXI

El Recinto Fortificado de Albarracín está incluido dentro de la relación de castillos considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés. Este listado fue publicado en el Boletín Oficial de Aragón del día 22 de mayo de 2006.


Bibliografía

ALMAGRO GORBEA, ANTONIO. Albarracín una ciudad de herencia cultural musulmana, II Jornadas de Cultura Islámica. Aragón vive su historia, Ediciones Al-Fadila, Teruel, 1988.

ALMAGRO, MARTÍN. Albarracín y su comunidad, Historia; 9. Id.Teruel, 1959.

ALMAGRO, MARTÍN. Excavaciones en el recinto murado de Albarracín, Noticiario Arqueológico Hispano, Madrid, Vol.5, 1977, pp.355-358,

MÉNDEZ DE JUAN, J.F., GALINDO PÉREZ, S. Y LASHERAS RODRIGUEZ, J. Aragón Patrimonio Cultural Restaurado 1984/2009. Bienes Inmuebles (2 Tomos), Gobierno de Aragón- Departamento de Educación, Cultura y Deporte, Zaragoza, 2010, pp. 549 y 607.

VIGUERA, Mª JESUS. Aragón Musulmán, Mira editores, S.A. Zaragoza, 1988.

VIGUERA, Mª JESUS. La fragmentación del califato de Córdoba, Historia 16, Número 201. Ed. Información y Revistas S.A. Madrid, 1993.

VV.AA. Castillos de España (volumen I), Editorial Everest, S.A. León, 1997, pp. 438-441.

VV.AA. Albarracín y los Montes Universales, Guías Cai, Prames, Zaragoza, 2003.


Textos y fotografías: patrimonioculturalde@aragon.es


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lunes, 23 de marzo de 2020

Puente de la Reina y alrededores, Teruel



Puente de la Reina y alrededores


Fotografía: Instituto de Estudios Turolenses, IET
Francisco López Segura, años 1940


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Castillo de Segura de Baños, Teruel




Castillo de Segura de Baños

Descripción

Castillo de gran importancia ya que durante mucho tiempo formó frontera, por lo que se vio envuelto en numerosos combates en la Edad Media. Fue de fundación y propiedad real y estuvo gobernado por tenentes, como Rodrigo de Estada en 1187, Lope de Luna en 1358 o Luis Sánchez en 1519. En la Guerra de la Independencia fue ocupado por las tropas francesas y en 1840 fue destruido por el general Espartero durante la primera Guerra Carlista.

El castillo ocupaba toda la loma que domina la población, por lo que tenía una gran extensión. Actualmente no quedan más que los restos de algunas torres en esta loma y en otras vecinas convertidas en palomares y que pudieron ser en origen torres del castillo o de vigilancia.


Historia

Siglo XXI (2006)

El Castillo de Segura de los Baños está incluido dentro de la relación de castillos considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés. Este listado fue publicado en el Boletín Oficial de Aragón del día 22 de mayo de 2006.


Bibliografía

BENITO, FÉLIX. Inventario arquitectónico de Teruel, Departamento de Cultura y Educación. D.G.A. Zaragoza, 1991, p. 161 T-II.

CABAÑAS BOYANO, A. Aragón, una tierra de castillos, Edit. Prensa Diaria Aragonesa S. A. (El Periódico de Aragón. Grupo Z), Zaragoza, 1999, p. 293.

GUITART, C. Castillos de Aragón, Librería general, Zaragoza, 1976, p. 127 T-II.


Texto: Patrimonioculturaldearagon.es

Litografía: Segura y su Castillo
Dámaso Calbo y Rochina de Castro, 1845





Lámina 9ª

Fig. 161_4 y 5  Castillo y plano del mismo de Segura.
        Parte de la base es de origen romano resto de los árabes, y luego lo restante  de épocas muy diversas.


Catálogo Artístico-monumental de la provincia de Teruel
Juan Cabré Aguiló, 1909-1910


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jueves, 19 de marzo de 2020

Barranco de Valrobira, Arens de Lledó




Barranco de Valrobira, Arens de Lledó

Lámina 30ª

Fig. 36_1  Vista general del Barranco de Valrobira; en la parte alta a la derecha, de la dirección que corren las aguas se ven varias rocas que forman un pequeño abrigo y en él, es de admirar varios grabados.
Fig. 37_2  Detalles de las mismas rocas X lugar que ocupan los grabados.
        El barranco de Valrobira nace cerca de Cretas y baña los términos municipales de Cretas, Calaceite y Arens de Lledó y sirve de divisoria a los dos últimos.
        Las rocas de que nos ocupamos pertenecen al término de Arens de Lledó.


Catálogo Artístico-monumental de la provincia de Teruel
Juan Cabré Aguiló, 1909-1910

Transcripción: Alfonso Utrillas Navarrete, 2014


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miércoles, 18 de marzo de 2020

Casa del Cura, calle San Martín, Teruel





Casa del Cura
Calle de San Martín nº 15 y 17, Teruel


No muy lejos de la Iglesia de San Martín, encontramos la Casa del Cura, un palacete del siglo XVII adquirido en el año 1698 por D. Pedro Cavero de Espinosa, canónigo de la Catedral, por lo que en la actualidad también se conoce al edificio como Casa del Canónigo. A principios del siglo XX, un empresario de Francia conocido como "el francés" se hace con la casa, instalándose en Teruel y revolucionando así el pequeño comercio de la ciudad, especialmente en la producción vitivinícola y de pan, abasteciendo de vino a todo Teruel y de pan, a Teruel y Calatayud. Al morir, sus herederos legales continuaron con la producción y venta de vino en el edificio hasta aproximadamente 1975.

Teruel, Casa del Cura

De su exterior, destaca la arcada superior y el alero, siendo de los pocos edificios que quedan en la ciudad que conservan esta arquitectura típicamente aragonesa. Su estilo se inspira en los palacetes napolitanos, reminiscencia de cuando el reino de Nápoles aún estaba bajo la Corona de Aragón. En la actualidad, una parte de lo que fue el palacete es una vivienda particular, mientras que otra parte está destinada a apartamentos turísticos desde cuya terraza se pueden apreciar unas maravillosas vistas de la ciudad, especialmente al atardecer, cuando el sol tiñe de rojo el horizonte de Teruel. Como curiosidad, cabe mencionar que en dicha terraza hay unas piedras que son algunas de las que se lanzaron contra Teruel desde las catapultas castellanas en tiempo de la Guerra de los Pedros, que mencionábamos anteriormente. La imagen que vemos a nuestra derecha está tomada desde dicha terraza. En ella, se pueden contemplar varios monumentos: lo más cercano, a la izquierda, la pared que vemos es parte de lo que ha quedado de la muralla; si subimos la mirada, nos topamos con el remate de la Torre de San Martín; lo siguiente, es el remate de uno de los torreones de la Casa de la Cultura (aquel que tiene tres arcos); por último, los pequeños chapiteles que vemos pertenecen al Seminario Conciliar.

Localización: Calle de San Martín, 15 y 17.


Texto: Lourdes Morales Farfán, 14/06/2010

Fotografías: Alfonso Utrillas Navarrete, 13/02/2020


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El Torico, 22 de febrero de 1938





El Torico, 22 de febrero de 1938


El 15 de diciembre de 1937 nevaba copiosamente en el sur de Aragón. A 18 grados bajo cero, comenzó el ataque republicano a la ciudad de Teruel. Aunque la batalla parecía inclinarse hacia el bando que ejercía la ofensiva, el 22 de febrero de 1938 (tras nueve semanas de batalla) Teruel quedaba finalmente en manos del ejército franquista, tras uno de los combates más cruentos de la Guerra Civil.

El admirado Torico, firme en el pedestal en el centro de su plaza y símbolo de Teruel, aguantó bombardeos y cañonazos hasta que una violenta explosión lo hizo caer al suelo, desplazándolo unos metros. La columna que sujetaba la escultura se rajó y tuvieron que colocar varias vigas de madera a modo de apuntalamiento, como se ve en una de las fotografías. Una granada también destruyó una casa de la plaza.

¿Qué pasó con el Torico? El símbolo turolense desapareció en combate. En las páginas de HERALDO de la época se cuentan varias versiones sobre el hecho; unos decían que se lo habían llevado los republicanos, otros que algún ciudadano lo había escondido para que no sufriera más daños; se le había estropeado el cuerno derecho y tenía una grieta en la pata.

HERALDO contó finalmente la resolución del enigma. Un baturro de corazón turolense arriesgó su vida por salvar el Torico y lo recogió, depositándolo después en el ayuntamiento de la ciudad.

Así contó HERALDO en sus páginas de hace ahora 80 años cómo encontraron al Torico, que daban por desaparecido:

Sobre las cinco, dos oficiales del Cuerpo de Ejército de Galicia, el comandante de Intendencia y el alférez médico, recorrían el Ayuntamiento cuando, encima de una mesa de despacho de las oficinas dieron con el Torico famoso ¡Cuánta emoción! Los ojos lo veían sin creerlo. Amorosamente acariciaron el musculado bronce y llamaron a las gentes para darles la noticia. Gritos, entusiasmo. ¿Será el auténtico?

La duda ensombrece tanta alegría. Pronto de la multitud que se agolpa llega un hombre que fue defensor de la ciudad, y dice:

"Nuestro Torico fue derribado de su columna por una explosión y se le estropeó el cuerno derecho. Además tenía una grieta en la pata.

Las manos palpan y los ojos se abren. El Torico tiene las dos huellas. ¡Es él! Entonces se organiza una manifestación y a hombros le llevan dos de los antiguos vecinos de la ciudad. Detrás, los soldados, todos, todos... se trae una escalera, mejor dicho, brota, nadie sabe de dónde y cómo, y en un gran silencio se le pone en su sitio para que siga presidiendo la vida urbana que va a volver.

Ya está allí, limpio, brillantes sus tonos verdinegros, erguido, desafiante y orgulloso. Símbolo de páginas que fueron, símbolo de las que se escriban. Era un buen amigo y no quiso estar en su lugar en el breve espacio de la batalla. Ya está aquí para que todos le vean".


Noticia de hemeroteca recopilada por Elena de la Riva y Mapi Rodríguez
Documentación de HERALDO DE ARAGÓN, 23/02/2018

Fotografía: Francisco Martínez Gascón, 23/02/1938 
Fuente:  Imágenes de un siglo. Heraldo de Aragón (1895-1995)

Fotografía: Biblioteca Digital Hispánica


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lunes, 16 de marzo de 2020

Elecciones Sindicales, 1966

Fachada principal de la Casa Sindical durante la campaña electoral, Teruel

Mesa electoral formada en las instalaciones administrativas de la Mina "Aún Hay Caso", Escucha


Elecciones Sindicales, 1966


Fotografías: Organización Sindical. Archivo Histórico Provincial de Teruel, AHPTE


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Día Nacional de Autoescuelas, Teruel 1973










Día Nacional de Autoescuelas
Plaza del Seminario,Teruel


Concentración de vehículos en la plaza del Seminario, la mayor parte de ellos son los populares SEAT 600. Bendición de los vehículos, por D. Ventura Pamplona Blasco, capellán de la Organización Sindical.


Fotografías: Organización Sindical, Archivo Histórico Provincial de Teruel, AHPTE
Teruel,  2 de octubre de 1973


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