Tres días hacía sólo
que Perico, el de Perales
de Alfambra, estaba en Teruel
haciendo la "mili". Y cabe
suponer que fué a propósito
-a juzgar por el desastre
de uniforme que le dieron-,
que Perico el de Perales
parecía un adefesio
porque todo le iba grande:
el uniforme, la gorra,
los zapatos y los guantes.
Con dicho disfraz, salió
de paseo por la tarde
y en los porches se encontró
con el propio comandante,
que al verlo de aquella facha
contemplando escaparates
y sin hecerle el saludo,
le increpó de mal talante:
-¿No sabe usted saludar
a un superior en la calle?
¿Es que no le dá verguenza
llevar de esa guisa, un traje
que es uniforme del rey?...
-¿qu'es del ray?... ¡Ya icía yo
que me estaba masiau grande!...
GENTES DE MI TIERRA. Adelino Gómez Latorre. Imp. Carlos Nacher - Milagro, 7 - Valencia. 1972
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