Muralla de Albarracín
Descripción
Se
trata de un importante recinto amurallado, fruto de diversas ampliaciones, que
rodea completamente el casco histórico de la localidad.
Albarracín
nació como una pequeña aldea preislámica en torno a la iglesia prerrománica de
Santa María. Desde sus orígenes ha estado marcada por su ubicación, siendo determinante
su potencial como lugar defensivo.
En
torno al año 965, durante la ocupación musulmana, se desarrolla el primer
recinto defensivo. Comprendía la iglesia de Santa María y el Alcázar.
Del
alcázar musulmán se conservan los restos de los basamentos de la muralla y de
los torreones. Tipológicamente se le puede incluir dentro del grupo de
castillos-recinto. El castillo quedaba protegido por tres puertas de las que
solo se conserva con claridad la puerta actual insertada en el mismo recinto.
Cuenta con once torres de planta circular y una de planta cuadrada. En el nivel
superior se encuentra la residencia principal entorno a un patio, bajo el que
se localiza un gran aljibe. Al norte del patio ha aparecido parte de un baño
musulmán. En la zona sur del recinto pudo localizarse el barrio musulmán.
También
de finales del siglo X data la Torre del Andador, que en principio fue una
torre albarrana, que se incluyó en el recinto fortificado a comienzos del siglo
XI, cuando el aumento de población y la conversión de la ciudad en capital de
la taifa gobernada por los Banu Razin, hizo necesaria una ampliación de la
muralla. A causa de la gran ampliación el primitivo portal de Hierro quedo
dentro del nuevo recinto en el que se abrieron tres portales: al este, el Portal
de Teruel, hoy desaparecido; al oeste, el Portal de Molina; y al sur, el Portal
del Agua.
El
Portal de Molina está formado por dos torreones de planta cuadrada y entre
ambos un arco de medio punto de gran dovelaje de sillería.El Portal del Agua,
construido para facilitar una salida semioculta de la ciudad en caso de asedio
o necesidad de abastecimiento de agua, está adosado a uno de los torreones de
la muralla y protegida originalmente por la Torre de la Muela (actualmente no
conservada). Consta de un arco de sillería de medio punto hacia el exterior y
arco rebajado al interior. Sobre el arco se dispuso una pequeña edificación de
cuerpo de guardia, con balcón hacia el exterior y galería intramuros; una
escalera desde el interior del recinto permite el acceso al torreón contiguo,
de planta cuadrada y gruesos muros de mampuesto rematados con almenas.
En
1169 pasa a manos de los Azagra que la mantendrán hasta 1284, cuando Pedro III
conquista Albarracín. En este momento el recinto fue rehabilitado en su mayor
parte, algo que también ocurrió bajo los reinados de Jaime II, Pedro IV y, en
menor medida, de Fernando el Católico. Su importancia defensiva se perdió en el
siglo XVIII, cuando Felipe V desmanteló la fortaleza.
Del
siglo XIII o anterior data la torre Blanca situada junto a la iglesia de Santa
María.
Será
en el siglo XIV cuando se lleven a cabo importantes obras de rehabilitación por
Pedro IV. Se acondicionaron las murallas anteriores y se prolongaron hacia el
noreste. Se hicieron en mampostería, con muros de 1,60 metros de espesor y 12
de altura, los torreones prismáticos están separados por unos 40 metros y
tienen una altura de 16 metros. De esta etapa son los restos que hoy se
contemplan.
Restauración de la Muralla de Albarracín (Provincia de Teruel)
Madrid, octubre de 1950
Madrid, octubre de 1950
Arquitecto Conservador de Monumentos de la Zona 3ª
Manuel Lorente Junquera
Texto: Patrimonio Cultural Aragonés, SIPCA
Texto: Patrimonio Cultural Aragonés, SIPCA
turoliense.aun2020
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