Blancas, Teruel

Blancas, Teruel

Esta localidad turolense se localiza en una rasa meseta de la margen izquierda del valle del Jiloca -zona de transición entre las estribaciones septentrionales de Sierra Menera y el Campo de Bello.

Su origen se eleva a la mas remota antigüedad, corno claramente la indican los topónimos, que se conservan cerca del actual Blancas. A juzgar por los nombres "Los Villares" y "Las Villarizas", hubo dos poblados prehistóricos, que sin duda alguna y originariamente, debieron ser habitados por los iberos, corno así lo demuestran los abundantes restos de cerámica con el colorido y dibujos característicos de estos pueblos.

Durante la dominación romana Blancas perteneció al convento jurídico de Caesar Augusta, hay Zaragoza, en la provincia tarraconense. Por sus cercanías, próxima a la laguna de Gallocanta pasaba una importante vía romana, cuyos vestigios pueden hoy verse cercanos a la carretera de Tarragona a Madrid, entre Maranchón y Alcolea del Pinar.

Blancas estuvo en poder de los musulmanes, hasta que Alfonso I el Batallador llegó en su empresa hasta poco mas allá de la actual Monreal del Campo. Para la defensa de la frontera que se creó en la zona, se estableció en Monreal una milicia que salvaguardara la línea divisoria entre las tropas cristianas y musulmanas. Esto sucedía probablemente hacia el año 1128, ya que en un documento fechado en Molina este año y que existe en la catedral de Pamplona, se dice que está escrito el año en que el rey Alfonso I pobló Monreal, pudiendo ser Blancas repoblado en esas mismas fechas. Desaparecida pronto la milicia de Monreal, y tal y como aparece en la bibliografía existente, fue Blancas concedida en encomienda a los caballeros Templarios, quienes en el límite fronterizo con Castilla y el reino moro de Valencia iniciaron el levantamiento de nuevos castillos como el de Blancas, del cual solo queda la torre del homenaje. Esta frontera defensiva adquirió una impedancia decisiva en las guerras con Castilla y a fines del siglo XIII, pero cuando esta zona alcanzó mayor protagonismo fue durante las guerras de los dos Pedros (Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón).

Urbanísticamente, la población presenta trazado semicircular, pues posiblemente responda a una cerca que limitara todo el perímetro. La villa tiene una forma que podríamos clasificar de envolvimiento y de atracción. Envolvimiento de las casas alrededor de la iglesia por su valor moral o por el carácter material que ésta desempeñaría en vistas a la defensa. Atracción en la circunvalación por este edificio y el nacimiento de una serie de vías dirigidas hacia él.

Fotografías: verpueblos.com

Texto: Xiloca. Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol. Blancas (Teruel)

Carlos Buil Guallar y Ricardo Marco Fraile, 1995

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