Oliete
Comarca Andorra-Sierra de Arcos
Villa
de la provincia de Teruel, a 121 km. de la capital. Situada al pie de la Sierra de
los Moros (Sistema Ibérico) junto al río Martín, a 541 metros de altura.
Temperatura media anual, 12,7°. Precipitación anual, 440 mm. Población: en
1998, 490 hab.; en 1978, 806 hab.; en 1950, 1.879 hab.; en 1900, 2.186 hab.
•
Encicl.: El casco urbano de Oliete se encarama sobre un cerro, en el que se
levantó, según tradición, el castillo de García de Sessé. Antiguos documentos
hablan de que en el siglo XIV doña Brianda de Luna estuvo depositada en el
castillo de Oliete, cuando quiso divorciarse don Lope Ximénez de Gurrea.
El
pueblo mira al río Martín, que riega una magnífica vega. Aguas arriba se
encuentra el pantano de Cueva Foradada, un bello paraje lleno de atractivos.
También merece la pena visitar la sima de San Pedro. Tres arcos ponen límite al
casco urbano: sustentan, respectivamente, las capillas del Pilar, de San Fabián
y San Sebastián y de Santa Bárbara. Celebra fiestas en septiembre, del 13 al
16, con motivo de la Exaltación de la Santa Cruz, el 14 de agosto, San
Bartolomé, y con motivo de la romería a la ermita de San Pedro, el lunes de
Pascua.
•
Arqueol.: Los asentamientos más antiguos del término de Oliete corresponden a
una fase no bien determinada del inicio de la Edad de los Metales: en La
Codoñera, junto al río Escuriza, se localizó un pequeño «taller» de sílex en la
ladera de una loma, protegido por un espolón rocoso. El material de este
yacimiento corresponde a lascas retocadas, hojas de dorso y puntas.
Cerca
del pueblo, en las estribaciones de la Sierra de los Moros, se encuentra la
Rocha de la Tía Chula, un pequeño asentamiento eneolítico con cerámicas lisas,
útiles de sílex y un molino barquiforme.
Durante
los últimos momentos de la Edad del Bronce y los inicios de la I Edad del
Hierro, se ocupó un pequeño cerro junto al actual cementerio (el Cabezo del Tío
Serena). El material, muy escaso, corresponde a vasijas de cerámica decorada
con cordones de barro. Debe relacionarse con una facies cultural indígena, sin
apenas contactos con las poblaciones de los Campos de Urnas del curso bajo del
río.
El
grupo de túmulos sepulcrales de La Era de los Moros pertenece probablemente a
la I Edad del Hierro. Se trata de un conjunto de siete túmulos de planta
cuadrada o circular, en su mayor parte bien conservados. No se conoce el tipo
de material arqueológico asociado a estos túmulos.
La
fase mejor representada en este término es, sin embargo, la época ibérica. Se
conocen un total de cinco poblados ibéricos, alguno de importancia fundamental
para conocer las características de la cultura ibérica del valle del Ebro como
El Palomar y el Cabezo de San Pedro. Este poblado estaba fuertemente
fortificado, con dos líneas de murallas y dos imponentes torreones
extraordinariamente conservados, que denotan la adopción de los sistemas y las
técnicas defensivas helenísticas por parte de las poblaciones ibéricas. El
poblado del Cabezo de San Pedro fue construido en el siglo III a.C. y destruido
a principios del siglo II a.C. Presenta dos núcleos claramente diferenciados:
el núcleo fortificado y el hábitat extramuros, donde se localizan gran parte de
las instalaciones de tipo artesanal (fundiciones, alfares, etc.).
La
época romana es menos conocida: tan sólo se han localizado algunos fragmentos
de terra sigillata gálica en las zonas próximas al cauce del río Martín.
Son
también importantes los restos visigodos, especialmente la necrópolis
localizada sobre las ruinas del poblado ibérico de El Palomar. Se excavaron
seis tumbas, alguna de ellas con dos cadáveres, construidas con lajas de piedra
y, en un caso, conservando todavía restos del ataúd de madera. Una de las
tumbas contenía el esqueleto de una mujer y un niño sobre ella. Las tumbas han
sido fechadas por Carbono 14 en torno al año 490 de nuestra era.
GEA 2000
Gran Enciclopedia Aragonesa
Fotografía: apadrinaunolivo.org.blog
aun2019
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