Puente de la Equivocación
Al
quedar el puente de Hierro destruido, durante la Batalla de Teruel en 1938, se
construyo para reponer el paso sobre el Turia de la carretera de Teruel a
Tarancón, el llamado popularmente puente “de
la Equivocación”, proyectado y
aprobado en 1943. El puente proyectado tenía 5 arcos, el más amplio, salvaba el
río Turia, siendo su arco más próximo a Teruel, capaz para el paso de dos
trenes.
En
1946, con las obras muy avanzadas, RENFE solicitó a la Jefatura de Puentes que debían de caber tres vías electrificadas por debajo del puente. Por lo que obligó a sustituir
este arco por un vano recto y a que no se pudiera con esta solución unir bien
las rasantes en la zona de la calle de San Francisco. Claro que en la otra
parte del puente, también la rasante tenía el mismo problema ya que salía con
mucha más altura que la carretera a Tarancón. Fueron sucediéndose los problemas,
hasta que el puente se terminó en 1954.
A. U. N.
La
construcción consta pues de tres partes: la primera de ellas, dedicada al paso
del ferrocarril en su parte inferior, consta de un austero tablero horizontal
abalaustrado; el arco central, contiene un vano arqueado sobre pilas y
flanqueado por pilastras acanaladas se acompaña de otros de menor tamaño en los
huecos de sus muros; y el último, se forma a través de tres vanos, arcos de
menor tamaño, de la misma manera, apoyados sobre pilas de sillares de piedra.
SIPCA
El
puente fue inaugurado el 22 de diciembre de 1954. Y si la licitación para su
acondicionamiento no ha sido fácil, tampoco lo fue su construcción hace 65 años.
De esa época viene su nombre, el de la Equivocación, y es que fueron varias las
vicisitudes que llevaron a los turolenses de la época a llamarlo así en vez de
puente sobre el Turia.
Como
recoge el jefe de la Unidad de la Carreteras, Carlos Casas, en un artículo que
publicó Diario de Teruel en 2010, en 1946 la recién creada Renfe informó a la
Jefatura de Puentes de Madrid que había que prever tres vías electrificadas
pensando en el futuro y en las líneas Teruel-Alcañiz y Utiel-Teruel, que más de
70 años después todavía no se han construido.
Cuenta
Casas, que para conseguirlo el puente debería tener un vano libre de 14,40 m. de
anchura y 5,15 m. de altura. “Esto no era posible con el arco proyectado, así
que se tuvo que demoler el estribo del lado de Teruel, y buscar una solución
feísima, basada en un tablero recto, que destrozaba la estética del puente”.
No
fueron los únicos problemas de esta infraestructura. El nuevo diseño del vano
más próximo a Teruel obligaba a subir la cota del puente en el estribo
colindante, y a conectar con la carretera de Zaragoza y la de la Estación del
ferrocarril sin apenas espacio para recuperar las cotas. Además, ya se había
construido por Regiones Devastadas el complejo de viviendas de La Colmena con
varias entradas desde la carretera de Zaragoza ajustadas a la rasante entonces
existente y había que conectar con la nueva del puente en construcción.
El
diseño de los accesos también fue muy complejo y continuó incluso después de
que fuera inaugurado el puente.
DIARIO
DE TERUEL
aun2019
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