Sótanos del convento de Santa Clara |
Sarcófago de Diego Martínez de Marcilla |
Sarcófago de Isabel de Segura |
Los Amantes de Teruel, 24 de febrero de 1938
El
día 23 de febrero de 1938 llamó a la redacción de HERALDO un turolense para
avisar que él sabía dónde estaban las momias de los famosos Amantes de Teruel.
El enviado de Heraldo de Aragón, Eduardo
Fuembuena se pone manos a la obra, acompañado de el alcalde de Teruel don José Maicas y
el teniente de alcalde don Alonso Bea.
Las
momias de los Amantes de Teruel fueron escondidas en los sótanos del convento
de Santa Clara, un lugar seguro durante los violentos ataques durante la Guerra
Civil. El edificio, fue utilizado por los republicanos como hospital hasta las
últimas horas. Entre colchones reventados, sábanas desperdigadas, sillas rotas,
trozos de vendajes y frascos rotos de material de cura, en cuatro naves de
camas desvencijadas a once metros debajo del suelo de Teruel. En una galería y
al fondo de la cueva, en una pequeña rinconada que es el cementerio de las
religiosas, encontramos las dos momias y junto a ellas el cadáver de un
miliciano republicano.
El
espectáculo no puede ser más tétrico. Aquel cadáver, con sus ojos inmensamente
abiertos, parece vigilar la estancia. Diego e Isabel, en sus urnas respectivas
-sobre las que trepan algunas arañas- no han sufrido el más leve daño. Tienen,
eso sí, mucho polvo, mucha suciedad por todas partes, debido a que se rompieron
los cristales, pero los esqueletos aparecen intactos. Únicamente Isabel de
Segura presenta algún destrozo en su mano izquierda.
Fotografías: Biblioteca Digital Hispánica
Texto: Francisco Martínez Gascón / Archivo Heraldo
Texto: Francisco Martínez Gascón / Archivo Heraldo
aun2019
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