jueves, 5 de diciembre de 2019

Valdealgorfa, Teruel

Vista de Valdealgorfa

Torre de la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora


Estación del Val de Zafán



Valdealgorfa


Lugar de la provincia de Teruel, a 174 kilómetros de la capital. Situado al noreste de la provincia, a 510 metros de altitud. Temperatura media anual, 13,5°. Precipitación anual, 375 mm. Población: en 1998, 753 hab.; en 1978, 915 hab.; en 1950, 1.413 hab.; en 1900, 1.761 hab. Comprende la entidad de población de Las Ventas.

Al pie de la ermita de Santa Bárbara. Valdealgorfa dependió de la encomienda de Alcañiz hasta el año 1624. El lugar figura en documentos escritos del siglo XII. En el XIII se constituyó la cofradía de San Martín y Santa María Magdalena, que realizó una gran labor social transmitida a nuestros días. Esta misma cofradía se ocupó del abastecimiento de aguas a la población y de construir una escuela pública, en el siglo XV. En 1672 se declaró, por acuerdo comunitario, la obligatoriedad de asistir a la escuela todos los hijos del pueblo. El palacio que sirvió de asiento a la mencionada cofradía cumple ahora, también, como Casa Consistorial.

La iglesia es un edificio monumental, con espléndida torre de ladrillo, asentada sobre piedra de sillería, todo ello obra del siglo XVIII. Ligeramente posterior a la iglesia parroquial es la ermita de Nuestra Señora del Buen Suceso, construida en 1778. Hay también un convento, actualmente abandonado, que ocuparon las religiosas de Santa Clara. Fue fundado en 1622 por don Diego Ramírez.

Perdura la tradición de la hoguera de San Antón, el 16 de enero, por la noche. El lunes de Pentecostés se va en romería a la ermita de Santa Bárbara. El lunes de Pascua se asiste a los festejos comarcanos, en Las Ventas. Por último, las fiestas mayores tienen lugar el 8 de septiembre, en honor de la Natividad de la Virgen.

Preh. y Arqueol.: Acceso a las pinturas rupestres de Val del Charco del Agua Amarga, notable abrigo pintado de la zona alcañizana. (Arte rupestre.)

Hist. Mod.: En Valdealgorfa apareció un fenómeno el 11-VII-1748. Según relato de época tenía forma de nube «que formaba una serpiente, con cabeza, clin y cola, la qual por todos sus extremos de boca, narices, cola y alas iba arrojando llamas y abrasando quantas mieses y arboles encontraba». El «huracán violento de fuego y aire» que produjo y afectó a todo tipo de plantas (olivos, nogales, almendros) debió de impresionar de tal modo a las gentes que su relato, con algún que otro milagro, pasó al romancero, llegando a imprimirse en el mismo año.



Texto: Gran Enciclopedia Aragonesa, Gea 2000





Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora


Se trata de una potente construcción barroca de la primera mitad del siglo XVIII, ubicada en el centro del casco urbano, junto al edificio de la casa consistorial.

Consta de tres amplias naves, la central más ancha que las laterales, crucero no marcado en planta y cabecera recta. La cabecera y la nave central se cubren con bóvedas de cañón con lunetos, las laterales con arista y el crucero con cúpula. A los pies existe un coro alto, donde se conserva la caja de un bello órgano del siglo XVIII.

Destaca su portada principal a la calle del Estudio, abierta en arco de medio punto flanqueado por dos columnas salomónicas de orden gigante que sostienen un entablamento sobre el que hay una hornacina, también flanqueada por columnas salomónicas, que cobija una imagen de la Virgen con el Niño.

En su ángulo suroccidental se alza la esbelta torre construida por Valero Catalán entre 1743 y 1745. Consta de cuatro cuerpos separados por voluminosas impostas, el primero es de planta cuadrada y está realizado en sillar, mientras que los tres restantes tienen planta octogonal y están realizados en ladrillo. Está rematada por un chapitel bulboso y su decoración combina motivos clásicos con otros de tradición mudéjar.


Texto: Patrimonio Cultural Aragonés, SIPCA

  

aun2019



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