Arcos de las Salinas, Teruel
La
villa de Arcos existía de forma previa a la conquista aragonesa de este
territorio. En 1232 se documenta como escenario de las correrías de las huestes
concejiles de Teruel sobre territorios fronterizos islámicos. En 1236
pertenecía a Abu Zeyt, vasallo del rey de Aragón convertido al cristianismo. El
enclave pasó a manos del Señorío de Albarracín, siendo recuperado por Jaime I
en 1257, que en 1269 lo trasfiere al Concejo de Teruel quedando definitivamente
integrado en su Comunidad de aldeas.
El
núcleo primigenio de la aldea de Arcos se corresponde con la cumbre de un
amplia loma, definida por sendas ramblas y por el río Arcos, y unido a sus
arrabales por un pequeño istmo. Conserva muy bien la traza medieval, salvo en
la parte central, en la que la construcción de la actual parroquial durante el
siglo XVIII supuso una importante transformación; es posible que en este punto
se encontrase la iglesia primigenia, documentada en 1236. En torno a este
punto, el más elevado del casco urbano, se disponían las calles siguiendo, a
grandes rasgos, las curvas de nivel. La calle Mayor, que parte del Portal de
Teruel y conduce hasta la Plaza del Ayuntamiento, es la más relevante,
recorriendo de Norte a Sur la mayor parte del enclave por su parte oriental.
Paralela a ésta se encuentra la calle del Horno, que discurre por la parte
central y conduce a la iglesia. Por la parte occidental, describiendo una
amplia curva, se encuentra la calle de la Pecha, nombre de raigambre claramente
medieval que hace referencia a los tributos que había que pagar a la Corona.
La
aldea se encontraba protegida por un recinto amurallado, documentándose la
existencia de un castillo o fortificación principal.
Patrimonio Medieval de Gudar-Javalambre
aun2019
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