sábado, 2 de noviembre de 2019

Iglesia de la Inmaculada, Cella



Iglesia de la Inmaculada de Cella


El monumento artístico de mayor empaque es la Iglesia Parroquial. La primitiva construcción debió de ser reedificada a fines del siglo XIV, según el modelo de la nave única, muy amplia con capillas laterales; restos de esta época tal vez sean los tramos con crucería sencilla. Fue una fábrica coetánea de las iglesias de otros pueblos turolenses como Cañada, Fórnoles, Lledó, Arens de Lledó, etc, que muestran el gusto aragonés por un esquema espacial hecho con base en la nave única, tipo arquitectónico muy frecuente en la Corona de Aragón, y que tuvo su origen en el Sur de Francia. De esta época es la imagen de la Virgen del Castillo, pieza gótica de alabastro con la típica incurvación, tal vez date de 1332 cuando el rey Alfonso III concedió privilegios al consejo de Cella para reparar el castillo, que amenazaba ruina por causa de la humedad. Esta pieza selecta, guardada en la parroquia tiene ciertas semejanzas con la Virgen del Molino, del vecino pueblo de Santa Eulalia.

La fábrica gótica de la iglesia estaba muy dañada por la humedad, ya que a su costado discurre el río. En orden a su reconstrucción se dio una bula en 1510 concediendo indulgencias a los que ayudaran a reedificarla. Se mantuvo la amplia nave gótica, y se debieron de construir capillas como la del Rosario y del Santo Cristo. La iglesia sufrió una profunda transformación en la segunda mitad del siglo XVIII cuando se hundió la cabecera, que afectó al importante retablo de la capilla mayor. La maciza torre está fechada en 1606.

Antonio Ponz, un viajero del siglo XVIII, experto en arte, atribuyó esta obra al imaginero francés Gabriel Joli a juzgar por la semejanza que vio con el retablo mayor de la catedral de Teruel, y refiere que tenía grupos escultóricos sobre la vida y pasión de Cristo. Aún se conservan las escenas de la Coronación y Nacimiento de la Virgen, Adoración de los Reyes y Pastores, Venida del Espíritu Santo y Ascensión, la Asunción y Oración del Huerto, Caída de Jesús con la Cruz, la Piedad y otros detalles fragmentarios.

Fue el investigador Carlos de la Vega quien halló en los fondos de Protocolos de Teruel las capitulaciones para hacer el retablo, encargado a Cosme Damián Bas en 1579.


Revista Xiloca 3
Cella: Historia y Arte
Santiago Sebastián, 1986 


aun2019



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