Alcorisa
Villa
del Bajo Aragón en la provincia de Teruel, a 127,9 km. de la capital. Situada
en la depresión de Alcorisa, en el río Guadalopillo, a 632 m. de altitud.
Temperatura media anual, 12,6°. Precipitación anual, 510 mm. Población: en
2010, 3.698 hab.; en 1998, 3.296 hab.; en 1978, 3.150 hab.; en 1950, 3.363
hab.; en 1900, 3.136 hab. Comprende la entidad de población de La Vega.
Cuatro
iglesias se reparten los mayores honores arquitectónicos de la villa: la de
Santa Magdalena, del siglo XII; la iglesia antigua de San Sebastián, del siglo
XIV; la iglesia de la Asunción, del siglo XV, y la iglesia de San Juan y
Calvario, en la cota más alta, del siglo XVII. De esta misma época es la
iglesia de la torre parroquial. Y aún quedan dos templos más, también del siglo
XVII, la iglesia de San Pascual y la de San Sebastián y Santa Lucía. No hay que
olvidar que en Alcorisa hubo seminario durante muchos años. Como conjunto
arquitectónico destaca también la plaza porticada del Ayuntamiento.
Independientemente
de los yacimientos arqueológicos (Cabezo de la Guardia), existen parajes de
indudable belleza, tales como Valldecuén, El Cantal y el pantano de Gallipuén.
Las fiestas de primavera se celebran el 1 de mayo; el 15 de agosto, las de San
Roque y la Virgen, y el 13 de septiembre, la exaltación de la Cruz.
El
poblamiento antiguo conocido en esta localidad se remonta hasta el Neolítico. Final
o Eneolítico, del que conocemos algunos talleres de sílex como los de Estancos
en éstos la técnica de talla es de clara tradición paleolítica, con una
ausencia casi absoluta de foliáceos y piezas de aspecto microlítico y Cabezo de
la Vega entre las piezas tipológicas destacan los útiles de sustrato: picos,
raspadores, muescas, etc., junto a piezas que aparecen habitualmente a partir
del Neolítico como los elementos de hoz, con clara ausencia de cerámica. De la
I Edad del Hierro. se conocen importantes yacimientos como Pozo del Salto con
materiales cerámicos de factura a mano y un molde fundición en piedra arenisca
para agujas o punzones y El Morenillo poblado con al menos dos niveles de
ocupación que abarcan el Bronce Final y el Hierro Inicial. Ha ofrecido un buen
lote cerámico con decoración de acanalados o incisiones además de la cerámica
tosca; hay que destacar los moldes de fundición descubiertos, uno de ellos para
fundir espadas. El yacimiento acusa el impacto de la llegada de las primeras
cerámicas a torno. El más importante es, sin embargo, Fila de la Muela, donde
fue hallada una espada con empuñadura en U, recubierta con hilo de cobre plano
en disposición helicoidal y decorado con líneas paralelas y círculos
concéntricos; también se encontró un brazalete de bronce y una vasija con
decoración de manos aplicadas; la cronología de este yacimiento se sitúa en los
siglos VII-VI a. C.
No
obstante, el poblamiento más abundante sería en época ibérica como lo
demuestran el gran número de emplazamientos conocidos: El Regatillo, El Portichuelo,
Finca de Eulogio, Los Pilones, Cabezo Oliveros, Pitarra, Las Foyas, Las
Figueruelas y el más importante de todos ellos El Cabezo de La Guardia.
De
época romana también existen importantes yacimientos, como el existente al pie
del Cabezo de La Guardia, donde M. Martínez excavó parcialmente unas termas
romanas.
Bibliog.: Álvarez,
A. y Cebolla, J. L.: «Dos nuevos talleres de sílex: El Cabezo de la Vega
(Alcorisa) y Santa Bárbara (Más de las Matas)»; Kalathos, 2, Teruel, 1982, pp.
67-82.
Atrián,
P. et alii: Carta Arqueológica de España: Teruel; Teruel, 1980, pp. 93-99.
Gran Enciclopedia Aragonesa, GEA 2000
Postales coloreadas, años 1960
aun2019
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