Central Térmica de Escucha
CUENCAS
MINERAS
El
Inaga rechaza el proyecto para desmontar la central de Escucha y exige la
demolición "total"
El
proceso administrativo para la demolición de la central térmica de Escucha,
cerrada desde 2013, deberá empezar desde el principio al rechazar el Instituto
Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) el proyecto de desmantelamiento
presentado por Viesgo Generación en 2017. El organismo medioambiental insta a
la actual propietaria, Repsol, a que presente un nuevo plan de "desmontaje
y demolición final de la totalidad de la planta", sin conservar parte de
las instalaciones, como contemplaba la propuesta inicial para su cesión al
Ayuntamiento.
Una
fuente de Repsol anunció que la empresa va a "cumplir el requisito
establecido por la Administración" y entregará antes de tres meses un
proyecto para la demolición completa de la central, que fue durante cuatro
décadas el motor económico de la comarca de las Cuencas Mineras. La empresa
energética presentará ante el Inaga una propuesta para "dejar el terreno
en el que se levanta la planta como estaba hace cuarenta años". La central
cerró sus puertas el 31 de diciembre de 2012, con 51 trabajadores.
La
desestimación del proyecto inicial responde al cambio de opinión del
Ayuntamiento de Escucha, que, en junio de 2017, alcanzó un acuerdo con la
propiedad de la térmica para compraventa por el precio simbólico de un euro de
parte de las instalaciones con el objetivo de aprovecharlas para generar
actividad económica. Sin embargo, el pasado mes de enero el pleno desistió de su
pretensión inicial y descartó hacerse con la propiedad de "ningún
elemento" de la antigua planta termoeléctrica.
El
alcalde, Javier Carbó, ha explicado que el Ayuntamiento descartó adquirir
edificios anejos a la central por la dudosa rentabilidad económica de la
operación. Había acordado con Viesgo recibir un hangar, un edificio de
vestuarios, unas oficinas y una nave industrial. Carbó ha señalado que asumir
la titularidad de estos inmuebles podría convertirse más en "un
problema" para el Consistorio que en un recurso.
El
Ayuntamiento de Escucha ya ha mantenido contactos con Repsol para animar a la
empresa a invertir en los terrenos que dejará libres la demolición de la
central. La superficie ocupada por la planta es de 40 hectáreas, a ambos lados
de la travesía de la N-420. El alcalde señaló que este emplazamiento dispone de
infraestructuras que podrían ser útiles para desarrollar una actividad
industrial, como una línea eléctrica, suministro de agua, depuradora y accesos.
El
desestimiento de la cesión se aprobó con los votos del equipo de gobierno, de
CHA, y la oposición de la Candidatura Socialista Independiente de Escucha.
El
Consistorio planteó a Repsol la posibilidad de construir una planta
fotovoltaíca en el solar de la central, aunque desde la empresa no se
pronuncian sobre el destino que darán a la finca. Carbó se mostró dispuesto a
negociar con compañías dedicadas a la energía solar un acuerdo para promover
conjuntamente una planta fotovoltaíca en el lugar que ocupa la térmica.
Texto: Heraldo de Aragón. Luis Rajadel, 26/05/2019
Fotografías: Raúl Utrillas Martínez, 17/09/2019
Fotografías: Raúl Utrillas Martínez, 17/09/2019
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