CASA CONSISTORIAL DE ORIHUELA DEL TREMEDAL
Se trata de una construcción renacentista del siglo XVI, del típico
estilo consistorial turolense, siendo una de las más hermosas de la
Sierra de Albarracín.
Según José María Poves, historiador local de Orihuela del Tremedal, este edificio se compró a un particular en 1699 para destinarlo a casa consistorial, acondicionándolo con un balcón de hierro de catorce metros y con un escudo de armas tallado en piedra, con lo cual, esta construcción civil y señorial ya contaba con una lonja primitiva.
Es un edificio de planta rectangular realizado en obra de mampostería para interiores y sillar en las partes más destacadas del exterior.
Presenta una lonja original de dos arcos de medio punto marcando los dos ejes de la fachada, sobre la arquería una línea de impostas con vuelo, dando lugar a la planta noble, que muestra dos balcones adintelados y unidos por una balaustrada corrida en hierro forjado sostenido por cinco jabalones.
En la tercera planta se abren dos ventanas adinteladas.
Se observa en el centro de la fachada un escudo de piedra.
Remata el conjunto un alero de madera tallada de grandes dimensiones.
El alzado posterior está muy modificado conservando solamente una puerta adintelada, además es de menor altura, contando con dos plantas dado el desnivel del lugar donde se ubica.
Fue restaurado a finales del siglo XX.
Según José María Poves, historiador local de Orihuela del Tremedal, este edificio se compró a un particular en 1699 para destinarlo a casa consistorial, acondicionándolo con un balcón de hierro de catorce metros y con un escudo de armas tallado en piedra, con lo cual, esta construcción civil y señorial ya contaba con una lonja primitiva.
Es un edificio de planta rectangular realizado en obra de mampostería para interiores y sillar en las partes más destacadas del exterior.
Presenta una lonja original de dos arcos de medio punto marcando los dos ejes de la fachada, sobre la arquería una línea de impostas con vuelo, dando lugar a la planta noble, que muestra dos balcones adintelados y unidos por una balaustrada corrida en hierro forjado sostenido por cinco jabalones.
En la tercera planta se abren dos ventanas adinteladas.
Se observa en el centro de la fachada un escudo de piedra.
Remata el conjunto un alero de madera tallada de grandes dimensiones.
El alzado posterior está muy modificado conservando solamente una puerta adintelada, además es de menor altura, contando con dos plantas dado el desnivel del lugar donde se ubica.
Fue restaurado a finales del siglo XX.
Texto: SIPCA, Patrimonio Arquitectónico, Gobierno de Aragón.
Fotografía: AHPTE
aun2016
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