Casa Provincial de Beneficencia
-Hogar Comandante Aguado-
HISTORIA
DE LA CASA DE BENEFICENCIA
El
nombre de Hogar Comandante Aguado, fue dado en posguerra a la antigua “Casa de
Misericordia” que albergaba el Hospicio y Casa de Expósitos. Los primeros
intentos del Obispo de Teruel, D. Francisco José Rodríguez Chico para erigir la
Casa de Misericordia datan de 1767, dirigiéndose con tal motivo al Presidente
del Consejo de Castilla, el Conde de Aranda. Sin embargo, a petición de dicho
Consejo, los informes emitidos por el Ayuntamiento de Teruel, Comunidad de
Teruel, así como los solicitados por el propio Ayuntamiento a D. Baltasar de
Oñate y a D. Joaquín Pérez, son contrarios a la fundación, rebatiendo las
propuestas del Obispo y sobre todo cuestionando alguno de los sistemas de
financiación por incremento de determinados impuestos.
A
pesar de ello, en 1779, el Consejo pidió al Obispo que se creara una Junta pro
Casa de Beneficencia, que se reunió por primera vez el 26 de abril de ese año.
Es a partir de 1784 cuando se empieza a reconocer la necesidad de una Casa de
Refugio, y a raíz del informe que la Audiencia de Zaragoza solicitó al Obispo
en 1789, vuelve a replantearse el asunto, pero nada se consolidaría hasta 1794.
La
llegada al obispado de D. Félix Rico fue decisiva. Con la aprobación del plan
presentado por el prelado, se destinaba inicialmente para Casa de Misericordia
y de Expósitos el antiguo edificio de la Villavieja propiedad del obispado
pero, debido a la excesiva distancia entre este y la ciudad, pronto se
iniciarían las gestiones para la construcción de la que sería su sede
definitiva.
CONSTRUCCIÓN
DE LA CASA DE BENEFICENCIA
Las
investigaciones de D. César Tomás, no dieron fruto en cuanto a la autoría del
edificio pero sí llegó a la conclusión de que los planos no fueron trazados
exclusivamente para la casa de Teruel, sino que se tomaron para su adaptación,
de casas construidas con el mismo fin en otros lugares de España.
Sin
duda este tipo de edificios responden en general a unos mismos esquemas no solo
de planta, sino de alturas, materiales, sistemas constructivos, e incluso
composición arquitectónica guiada por los cánones del Neoclasicismo y sus
lenguajes regidos por la razón, la proporción y el orden, que inspiraba la
arquitectura de la ilustración. Más aún, la rigidez en la ordenación basada en
la simetría es una constante que se da tanto en este tipo de centros como en
las prisiones. De hecho, las plantas rígidas pero a la vez sencillas están
pensadas para favorecer un mejor control de los residentes, y por ello no
disponen más que de un solo acceso.
Pascual
Madoz, en su Diccionario Geográfico, aporta otros datos de interés:
Se
eligió como ubicación las huertas próximas al convento de los Franciscanos, que
se compraron a los racioneros de San Martín y a D. Alejandro Barrachina y
atribuye a Francisco Rocha Carrera (Monzón, 1766 – Zaragoza, 1809 ) la autoría
del proyecto. En cualquier caso es muy probable que así fuera y que Rocha
conociera a fondo las obras de la Casa de Zaragoza que habían comenzado unos
años antes y de las que tampoco se conoce documentalmente su autor. La traza de
la de Zaragoza, conocida hoy como “El Pignatelli”, en planta es prácticamente
un cuadrado (136??T5 m x 134??T5 m), la de Teruel es de planta rectangular
(105??T5 m x 56??T5 m).
La
primera piedra se colocó el día 9 de febrero de 1798, según la descripción
recogida en el libro de Actas Capitulares de la Catedral de Teruel. Las obras se
fueron realizando con problemas económicos. Se sabe que el 17 de noviembre, el
colector libró 60.000 reales. a favor del obispo para las obras y que el 15 de
diciembre y que el propio colector instó al subcolector de Teruel, D. Pedro
Valero, para que urgiera el pago a los deudores de expolios y vacantes, a causa
de “la falta de caudales para las obras y
demás necesario de ese Hospicio y Casa de Expósitos que de orden de Su Majestad
se está construyendo en esa Ciudad”.
Aunque
la casa estaba sin terminar, el 19 de marzo de 1801 se trasladaron a ella todos
los acogidos en la casa provisional de la Villavieja. En esa fecha, la
inversión realizada era de 27.000 pesos aproximadamente y aún faltaban unos
3.000 para su acabado. Aún llegaron 225.000 reales en 1803, y en la primavera
de 1804 las obras debían estar terminadas. Independientemente de la obra, su mantenimiento
estuvo siempre sujeto a crisis económicas agravadas primero por la guerra de la
Independencia, y posteriormente por efectos de la desamortización. A partir de
la ley de 29 de julio de 1837, pasó a depender económicamente de la Diputación
Provincial.
ANÁLISIS TIPOLÓGICO DEL EDIFICIO
Es
habitual que la planta de muchos de los edificios construidos durante el siglo
XVIII para Casas de Misericordia y otros usos asimilables, se organice mediante
una forma geométrica de grandes dimensiones cuyo perímetro permita disponer de
amplios patios interiores. Tanto en “El Pignatelli” como en la casa de Teruel
son tres los patios aunque de dimensiones y proporciones diferentes. El mismo
esquema simétrico respecto a un eje perpendicular a la puerta de acceso al conjunto,
configura 6 cuerpos de edificación, los cuatro perimetrales y dos centrales.
Los
perimetrales están formados por dos crujías. La exterior de unos 6 metros para
albergar los distintos usos, y otra interior de unos 2 metros con funciones de
corredor que comunica todas las estancias. Los cuerpos centrales con una crujía
central de unos 5 metros y corredores a ambos lados para configurar la simetría
compositiva y funcional de los tres patios. Estos corredores de comunicación,
en la planta baja son porches en todo el perímetro interior de los patios que
se conectan entre sí por pasos abiertos.
Las
comunicaciones principales entre las plantas se realizan mediante escaleras de
tres tramos situadas en los cuerpos centrales y próximas a la puerta.
El
edificio tiene forma rectangular, con dimensiones de 105 x 56,5 metros, y
consta de planta baja y dos alzadas con alturas libres cercanas a los 4 metros.
Exteriormente la linealidad de las fachadas se refuerza aún más por las
impostas a nivel de forjados, que el autor trató de romper en la fachada
principal quebrando ligeramente su plano en varios puntos. Un elemento central
que enmarca la puerta con pilastras de orden dórico en la doble altura de las
dos plantas superiores que recogen un arquitrabe y tímpano rodeado por molduras
similares a la cornisa. A ambos lados, otra superficie de fachada que abarca
también tres ventanas como el anterior, está avanzada ligeramente respecto del
plano general de la fachada, precisamente los extremos de esta parte coinciden
en alzado con el cuerpo posterior del edificio que tiene 4 plantas. Los
laterales del alzado principal, se refuerzan con una especie de pilastrones en
las dos plantas superiores enmarcando la última ventana. Una cornisa de perfil
generoso rodea todo el edificio y los patios.
Los
cuerpos de edificación están cubiertos a dos aguas hacia el exterior y hacia
los patios y el cuerpo posterior, más elevado, a cuatro aguas.
ANÁLISIS FUNCIONAL
El
uso del edificio ha estado siempre vinculado a su destino inicial aunque los
cambios sociales y culturales introdujeran modificaciones a lo largo de los
casi 200 años de funcionamiento. El aspecto de centro de acogida, de enseñanza,
aprendizaje y de producción en sus talleres se ha mantenido hasta años
recientes, con las variaciones lógicas en los tipos de talleres que albergaba.
La
pérdida de sus funciones iniciales, en los últimos años, hicieron que el
edificio se fuera reconvirtiendo hacia usos diversos para los que la Diputación
Provincial necesitaba espacio.
Desde
julio de 1992, debido a los problemas existentes en la cubierta que fue
remodelada en su totalidad en 1996, el edificio prácticamente se desalojó,
quedando únicamente en él la Zona de Comunidad de Religiosas en una parte que
había sido reformada como Residencia de Niños y por tanto en buen estado. En la
actualidad se ha convertido en un edificio de almacenamiento, en él se ubica
parcialmente el Archivo de la Diputación de Teruel, almacenes de distintos
servicios como el Museo, Instituto de Estudios Turolenses, Turismo e incluso de
organismos ajenos a la Diputación como la Universidad de Teruel. Todos estos
usos no requieren tránsito de personal, ni una apertura directa al público.
Primera piedra: 9 de febrero de 1798
Ocupación: 19 de marzo de 1801,
Bajo la administración de la
Diputación Provincial de Teruel: 29 de julio de 1837
Texto: dpteruel.es
Diputación de Teruel, 19 de enero de 2009
Fotografía: 1915
aun2016
No cuentas de donde sale la fotografía. De quien es o donde se publica o cómo ha llegado aquí o como se sabe que es de 1915.
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