EL CASTILLO DE ALIAGA
Castillo de la Encomienda (siglos XII y XIII)
El castillo fue conquistado en 1118, mismo año de la toma de Zaragoza, por Alfonso I, y cedido a Lope Johanes de Tarazona, junto con los de Pitarque, Jarque, Galve, Alcalá de la Selva y Apelia. La fortaleza estaba muy lejos de Zaragoza y tras su muerte en 1134, el repliegue que la siguió produjo que el castillo volviera a manos musulmanas con la invasión almorávide de 1134. El castillo fue reconquistado definitivamente por Alfonso II, no se conoce la fecha exacta de esta hecho. Pero si se sabe con seguridad que en el año 1163 el castillo pertenecía ya a la orden de San Juan, donado por Sancho de Tarazona, actuando como recibidor fray Miro, prior de Aragón y Navarra. En 1180 ya estaba configurado como encomienda, siendo el comendador G. de Vetula, quien al año siguiente también recibiría la iglesia de manos de Pedro Torroja, obispo de Zaragoza. Así en torno al poderoso Castillo de Aliaga se origino una gran encomienda de la que dependían lugares tales como: Pitarque, Fortanete y Sollavientos; diez años más tarde el rey Alfonso II también entrego a la orden la población de Villarroya de los Pinares. En 1216, el comendador Aimerico de Pace concedió fueros a los pobladores de Aliaga.
En 1462 la encomienda fue tomada por el señor de Híjar con ayuda de soldados castellanos, que entraron en Aragón en defensa de la causa del príncipe de Viana contra Juan II, en esa fecha era comendador de Aliaga Juan Ram. Aliaga permaneció poco tiempo bajo el dominio forzoso del señor de Híjar, quien por el contrario se reconcilio con el rey Alfonso II y recibió el condado de Aliaga y Castellote con el consentimiento del prior Belmonte. Juan II dispuso en su testamento que se devolviera Aliaga y Castellote a la Orden de San Juan, pero ambas continuaron bajo el dominio del señor de Híjar, que recibió en 1487 el titulo de duque de Aliaga.
El castillo no volvió a tener ningún otro episodio importante hasta la segunda guerra carlista, en la cual fue fortificado y se le coloco abundante artillería. En 1840 el general O’Donnel, al mando de las fuerzas isabelinas, sitio el Castillo de Aliaga, defendida por el comandante Francisco Macarulla, quien lo rindió finalmente, sin que, al parecer sufriera grandes destrozos.
El castillo no volvió a tener ningún otro episodio importante hasta la segunda guerra carlista, en la cual fue fortificado y se le coloco abundante artillería. En 1840 el general O’Donnel, al mando de las fuerzas isabelinas, sitio el Castillo de Aliaga, defendida por el comandante Francisco Macarulla, quien lo rindió finalmente, sin que, al parecer sufriera grandes destrozos.
Fondo Documental Histórico de las Cortes de Aragón
Dibujo y litografía: I. Salcedo
Texto: Red Aragón.com
aun2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario